La interna al descubierto: nueva temporada

Las declaraciones de Eduardo Accastello esta semana, cuestionado la actual gestión municipal, deja al descubierto lo que el periodismo se cansó de narrar en los últimos años y que los propios actores solían negar o minimizar. La interna peronista local se juega a todo o nada y la división o fragmentación futura corren en el mismo sentido, en paralelo. Del amor al odio hay un solo paso, reza el refrán, y en esa polaridad se mueve la suerte del oficialismo en los últimos tiempos.

 El nuevo capítulo suma más protagonistas y nuevas intrigas. Una serie de final incierto en la cual el director siempre deja abierta la puerta para una siguiente temporada. Ya en esta columna adelantamos la semana anterior que el peronismo local se dividirá en las elecciones legislativas en función de los apoyos provinciales y nacionales de sus principales actores. Accastello forma parte del Gobierno provincial, y por ende, acompañará la boleta de Hacemos por Córdoba; Martín Gill integra el Gobierno nacional, y en efecto, trabajará para la boleta del Frente de Todos. Allí no hay posibilidades de unidad. 

 Pero más allá del contexto general, en la esfera estrictamente local una serie de acontecimientos desnudaron las enormes diferencias que evidencian hoy el gillismo y el accastellismo. Dos proyectos políticos bajo un mismo paraguas, el Justicialismo, que en general encuentran siempre lugar para arroparse y no mojarse, aunque la tensión de estos tiempos no permite vislumbrar en el futuro mediato un desenlace similar. Si bien falta mucho para las elecciones municipales, solo resta un mes para el vencimiento de la licencia de Gill. ¿el accastellismo aprobará una nueva prórroga?

 “Lo ha elegido de sparring a (Pablo) Rosso para poner en cartera política que vuelva Gill o que haya elecciones”, afirmó una importante fuente municipal consultada por Claves Digital, con relación a estas declaraciones de Accastello. 

 El actual Ministro de Industria disparó munición gruesa contra la actual gestión. “No me gusta”, dijo sin rodeos en una emisora local, y reclamó que la ciudad retorne por el camino de la transformación “que hoy no tiene”. Hasta señaló que la actual administración “no hace nada” por las familias que reclaman terrenos y viviendas en barrio Las Playas.

 Por este mismo tema, un día antes, las autoridades del espacio Somos se reunieron con el intendente interino. Pero la paz no duró ni 24 horas. Accastello arremetió con todo y sacudió la modorra de los últimos meses en materia política. Fue el actual titular del Enred, José Carignano, quien luego le agregó más condimento a la ensalada interna.

 Exigió que las diferencias se debatan “puertas adentro” y cuestionó tanto al accastellismo como al gillismo. “Somos no sé si es oficialismo u oposición”, lanzó sobre los primeros. “El gabinete no está cohesionado, hay diferencias internas. Hay que dejar de lado los egoísmos. Ustedes (por los periodistas) lo observan a diario y la comunidad también”, opinó sobre los segundos. Y hasta se ofreció como “el candidato de la unidad” para las elecciones municipales, “cuando se celebren”, remarcó (ahora o en 2023).

 Para el Ejecutivo local, que esta semana sumó al profesor Gerardo Russo como asesor directo de Pablo Rosso, la intención de Accastello fue condicionar la nueva licencia que solicitará Gill en junio. “Lo esperábamos”, admitieron. 

 Por eso se abre un interrogante para las semanas que vienen. Sin los votos de los ediles Daniel López y Juan Carlos Cladera, el intendente en uso de licencia debería regresar al Sillón de Viñas o renunciar.

 Desde el accastellismo aseguraron que la gestión local no atraviesa su mejor momento, aunque sorprendió a varios de sus actores las expresiones del exintendente. 

“Nadie las esperaba, no sabíamos que diría eso en la radio”, contaron. Gill, por su parte, no quiso hablar del tema ante la requisitoria periodística (tras un acto en la UNVM) y evitó la confrontación pública directa. Sin embargo, ya nadie puede tapar el sol con la mano. La interna se juega en todos los frentes, públicos y privados. Y ya vendrán nuevas temporadas…

Martin Alexis Alanis

NOTAS RELACIONADAS

Educación pública en riesgo

El ajuste del Gobierno de Javier Milei no encuentra límites. El objetivo central de alcanzar mes a mes superávit fiscal prima ante cualquier otro aspecto de la vida nacional. La edu...

La política no habla (en público) de política (partidaria)

El 2025 parece lejano, ni que hablar 2027. En esta Argentina hiperactiva e impredecible pensar más allá de una semana resulta ciencia ficción. Y realmente lo es. La Ley Bases...

¿Y si Milei tiene razón en materia económica?

 A continuación citaré de manera textual dos párrafos publicados en el sitio infobae.com durante el fin de semana, que tal vez pasaron desapercibidos por la mayorí...

Parar la pelota

La clase política argentina necesita serenarse. Lo necesita el Gobierno y la oposición también. No se puede vivir este frenesí constante mientras la calidad de vida de...

MÁS LEÍDAS