El próximo domingo arranca el bombardeo mediático (televisivo y radial) de spots de campaña electoral de cara a las primarias del 12 de septiembre. Desde el 8 de agosto y hasta el 10 de septiembre inclusive (hasta las 8 de la mañana) se verán y escucharán mensajes de todos los candidatos. La ley que garantizó la participación de todos los espacios políticos en los medios de comunicación permite inundar durante varias semanas las pausas comerciales con propaganda electoral. No solo se observará en las Paso, sino también en las generales de noviembre. Además de mensajes en la vía pública y redes sociales, por supuesto. La campaña pone primera y acelera a fondo hasta noviembre.
En tiempos modernos, con la preminencia de la tecnología en el uso cotidiano, la multidireccionalidad en el mensaje y la segmentación de públicos son características fundamentales para llegar a un emisor poco receptivo a los spots de campaña. A nadie le gusta el bombardeo mediático durante las 24 horas. Resulta agotador. Al igual que el markentig comercial, hay un anuncio para cada público de acuerdo con edades, gustos, preferencias. Y claro, la repetición hasta el hartazgo. Nada queda librado al azar para los sofisticados equipos de comunicación de cada partido.
Semanas atrás, en el lanzamiento de los candidatos del Frente de Todos en Buenos Aires, la vicepresidenta Cristina Fernández pidió hablar más de política y menos de marketing electoral. Sin embargo, el propio oficialismo montó un comando de campaña comunicacional en el barrio de Chacarita y por allí desfilan todos los candidatos para tomarse fotos y hacer spots. También se define el mensaje comunicacional y la estrategia de campaña. Escapar al “coaching” no forma parte de los manuales de estilo de los consultores. Todos los dirigentes políticos saben qué decir y hacia quienes dirigirse, independientemente de su propia impronta verbal y actitudinal.
Vayamos a ejemplos concretos en la provincia de Córdoba. El Frente de Todos, que lleva como cabezas de listas a Carlos Caserio (senador) y Martín Gill (diputado), definió que el mensaje estará enfocado en la reconstrucción de la relación del kirchnerismo con la provincia en los últimos dos años. Por un lado, a través de recursos que necesita el propio Estado provincial (ejemplo: Caja de Jubilaciones); y por otro lado, las obras que llegan a más de 300 municipios. El discurso será proactivo, sin caer a la defensiva en un ámbito hostil para los K.
El otro peronismo, que lleva como candidatas a Alejandra Vigo (senadora) y Natalia De la Sota (diputada), referencias en primer lugar en las nóminas de Hacemos por Córdoba, el mensaje estará orientado hacia el “modelo de gestión Córdoba”. Un “speech” que se repetirá en todos los actos y recorridas de dirigentes del peronismo cordobés, candidatos y no candidatos. Nadie se saldrá del libreto. También se evitará la confrontación. El gobernador Juan Schiaretti y el intendente Martín Llaryora se mostrarán al frente de la campaña resaltando que la mencionada lista representa “la defensa de los intereses de Córdoba”, textual.
En Juntos por el Cambio, en tanto, la disputa comunicacional se concentrará -al menos en esta elección primaria- en quién es el dirigente más antikirchnerista de Córdoba. Los discursos de las cuatro listas se ordenarán en función de ese tópico: primero apuntar al Gobierno nacional, luego al schiarettismo y finalmente mirar de reojo al oponente interno. Los principales candidatos son Mario Negri (senador) y Gustavo Santos (diputado) por una de las listas; Luis Juez (senador) y Rodrigo De Loredo (diputado), por otra de las nóminas más taquilleras. En lo posible tratarán de despegarse de la mala gestión macrista en la Nación, y hablarán de “mirar para adelante” y culpar de la actual crisis económica al Gobierno “por la mala gestión de la pandemia”, textual.
En general, los discursos políticos de campaña son tan evidentemente armados por consultores que resultan aburridísimos. Las entrevistas tienen poco sentido porque nadie se quita el casete. Aquel que rompe el molde suele ganar más espacio en los medios, aunque seguramente con alguna frase polémica que sacude la modorra. En el campo de las ideas, nada para buscar y nada para encontrar. Un manual armado, tres o cuatro frases de cabecera y luego el resto queda para el Dios marketing.
Gill, Accastello, Juez, Negri
En esta semana se sucedieron visitas a la ciudad en la previa del inicio formal de la campaña. Gill, que aun espera la aceptación o no de la renuncia del Presidente Alberto Fernández, recorrió el nuevo puente y prometió más obras. Accastello formó parte de la entrega de móviles policiales junto al ministro de Seguridad Alfonso Mosquera. Juez y De Loredo brindaron una conferencia de prensa en un bar céntrico. Y finalmente Negri mostró el alineamiento de dirigentes e intendentes radicales y macristas en su paso por la ciudad, en el marco de una rueda de prensa y visita a Aerca y Acá Bio. Son apenas los primeros pasos. Restan cuatro meses de campaña.
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