El gobierno y las urnas ¿milagro o cachetazo?

A minutos del cierre de la veda electoral, la suerte parece estar echada para todos los espacios políticos. Ya no hay tiempo para modificar nada en el escenario previo al comicio del domingo, solo esperar la reflexión final de la ciudadanía que terminará de expresarse luego en las urnas.

 La mirada nacional se enfocará en el plebiscito sobre la gestión de Alberto Fernández. Las Paso simbolizaron una cachetada para el Gobierno nacional, un resultado que ni las encuestas preveían. Ahora, con ese antecedente cercano y contundente, con 17 de las 24 provincias evidenciando duras derrotas (inclusive la estratégica provincia de Buenos Aires), el acto electoral general conduce a dos caminos posibles: o una ratificación de ese cachetazo, con consecuencias inciertas en lo político y económico; o un milagro de esos que suceden pocas veces, con un Gobierno victorioso o al menos no tan castigado en los votos.

 Como siempre, el resultado de la provincia de Buenos Aires condicionará el análisis posterior. Si mejora la performance en el distrito más grande, con mayor caudal electoral, la expectativa de recuperación de la representatividad en las capas medias y bajas tal vez no se advierta tan dificultosa como sucedió tras las Paso; si se confirma el resultado de las primarias, la administración Fernández-Fernández vivirá dos años de turbulencias. A la salida de la pandemia y la mejora de la actividad económica, deberá añadirle antes del 2023 la recuperación del consenso perdido al menos en su base electoral. Pero ese será otro análisis, ya con el resultado en la mano y el devenir de los meses.

 ¿Qué pasa en Córdoba, el segundo distrito del país con 9% del padrón? En esta provincia no habrá milagro posible para el kirchnerismo, al contrario, se avizora una holgada victoria de Juntos por el Cambio. El Gobierno nacional aspira únicamente a conservar la banca que pone en juego en Diputados, ya resignado de perder la de Senadores. El macrismo-radicalismo-juecismo busca las seis bancas con guarismos por encima de la mitad de los electores. En las Paso ya se aseguró las dos de Senadores. 

 Como en otras provincias, las menos, hay un tercer acto principal: Hacemos por Córdoba. El gobernador se puso la campaña al hombro para conseguir tres bancas en la Cámara Baja, hoy en riesgo la tercera por la fuerte avanzada de Juntos por el Cambio. En el acto de cierre en Villa María, que tuvo lugar en el Club Ameghino, el gobernador no dudó en apuntar contra los espacios políticos mayoritarios y consideró que ambos modelos “chocaron al país”. “El kirchnerismo y Cambiemos fracasaron”, sentenció, y pidió el voto por el peronismo cordobés que elige -otra vez- un camino alternativo a la conducción nacional del PJ.

 El video del Presidente Alberto Fernández hablando de Córdoba como provincia “hostil” y pidiendo “la integración” a la Argentina, resultó el mejor cierre de campaña posible para los sectores anti-kirchneristas. No solo en Juntos por en Cambio aprovecharon las desafortunadas expresiones de primer mandatario nacional, sino también en Hacemos por Córdoba. Allí no hubo grietas, todos entendieron el mensaje de la misma manera. Solo el núcleo duro K habló de “malinterpretación o fake news”, una insólita justificación que se desmoronaba con ver y escuchar el video completo.

 El impacto electoral de las manifestaciones del Presidente podrán advertirse el domingo después de las 21 cuando el escrutinio provisorio se cargue en las páginas oficiales. Algunos analistas señalan que pueden impactar en una merma en el habitual caudal del 10%, otros señalan que el núcleo duro no modificará el apoyo al Gobierno solo por una frase desafortunada.

 Hoy, la única duda real y concreta en Córdoba es la famosa novena banca, que se explicó en la anterior columna. Si el kirchnerismo conserva ese 10%, el peronismo cordobés puede perder el tercer escaño ante un porcentaje superior al 50% de Juntos por el Cambio. El sistema D Hondt es infalible a la hora de vincular votos y bancas. En el concierto nacional, ninguna fuerza política alcanzará suficientes legisladores para asegurar el quorum propio ni para aprobar leyes. Serán dos años de consenso obligado para que el Congreso funcione.

 Finalmente, en materia de producción, un aspecto clave en nuestra zona, la materia fue abordada por todos los dirigentes que visitaron la ciudad, cada uno con su óptica. El candidato a senador Luis Juez (Juntos por el Cambio) pidió “sacarle la pata de encima” a los que producen (sin especificar cómo ni qué); el gobernador Juan Schiaretti reclamó la eliminación de las retenciones en el complejo lácteo y manicero, y la baja en el resto de los cultivos; mientras que el ministro de Agricultura Julián Domínguez defendió las medidas en el sector cárnico y descartó cambios en las retenciones. Las elecciones del domingo mantendrán o cambiarán la correlación de fuerzas en el Congreso Nacional, las políticas económicas seguirán siendo potestad del Poder Ejecutivo. Al menos hasta donde le permita “el mercado”. 

Martin Alexis Alanis.

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