¿Restricciones sí? ¿restricciones no?

El debate ya se instaló en la sociedad y en los medios de comunicación. El aumento sostenido de casos hace prever un inminente periodo de nuevas restricciones. ¿Hay consenso social? ¿las medidas pueden generar rechazo en la población? La llegada de las estaciones frías, sumado al elevado nivel de contagios que el país registra de manera diaria, pone en alerta a todo el sistema sanitario. En efecto, los profesionales médicos reclaman acciones para intentar frenar una segunda ola más virulenta que la primera. Por el contrario, las actividades productivas, educativas, recreativas, culturales y deportivas advierten que otra paralización significaría un golpe de “knock out” y pondría en serio riesgo la supervivencia de muchos sectores.

 Hay algunos indicadores que nos permiten mostrar dos miradas sobre un mismo tema. Por ejemplo, la presencialidad en las aulas. El especialista en Salud Pública, Oscar Atienza, profesional de referencia de medios provinciales y nacionales para hablar del impacto del coronavirus en la comunidad, señala que el único acontecimiento que se repitió de igual manera en todas las provincias en las últimas 3 semanas y que elevó el número de contagios (de 4 mil a 16 mil) fue la vuelta a clases. De hecho, pide cerrar los establecimientos educativos y que el dictado retorne a la virtualidad. También plantea clausurar todas las fronteras y testear de manera masiva. “Con esas medidas se bajaría el nivel de contagios sin afectar el aparato productivo”, remarcó en una nota radial.

 Por el contrario, el Gobierno de Córdoba emitió un informe esta semana en el cual califica de “positivo” el regreso de los estudiantes a las aulas y también lo respaldó con números. Según los registros oficiales, entre el 16 y el 25 de marzo se activó el procedimiento de aplicación del protocolos en 1.099 casos (523 escuelas). Y de 49.228 burbujas conformadas en todo el sistema educativo, solo han sido aisladas 413 (0,8%).

 De acuerdo con la mirada de Atienza, el cierre de actividades escolares sería inevitable, necesaria y urgente. Pero con los números de la Provincia, no tendría ningún sentido. ¿Entonces? ¿Cuál es el criterio que se aplica? ¿Qué estadísticas se utilizan para tomar decisiones? ¿La cantidad de contagios o las pocas burbujas aisladas? La Provincia no contempla -por ahora- el cierre de escuelas y el Gobierno nacional tampoco lo ha mencionado como un tema prioritario; más bien, apuntan al cierre de fronteras y restricciones nocturnas para evitar reuniones sociales y familiares en espacios públicos o privados.

 El secretario de Gobierno de Villa María, Eduardo “tati” Rodríguez, afirmó que este fin de semana se duplicarán los controles en la vía pública y en espacios gastronómicos; y contó que “de manera extraoficial” la Provincia y la Nación ya vienen anunciado nuevas restricciones desde la semana entrante. 

  En la previa de Semana Santa, la carta del gobernador Juan Schiaretti a los intendentes municipales de toda la provincia parece caminar en ese mismo sentido. Les pidió “acentuar aún más los controles estipulados para evitar la propagación de la enfermedad”. Y agregó que “nada es más importante que la salud de nuestros vecinos, le pido la colaboración de todo su equipo de gobierno para que juntos podamos hacer frente a este flagelo. Sabemos que el municipio a su cargo es fundamental en el control de las disposiciones sanitarias vigentes, como así también de los protocolos”.

 En Villa María, los casos llegaron a 95 en la jornada del miércoles. En Córdoba superaron los mil. Y a nivel nacional más de 16 mil. El porcentaje de ocupación de camas sigue en niveles estables, aunque un mayor número de contagios podría sobrecargar el sistema en las próximas semanas. La disyuntiva de abrir o cerrar; restringir o seguir bajo estas mismas condiciones, son preguntas que las autoridades políticas se formulan constantemente ante la evidencia de las cifras. Para los profesionales de la salud no hay dudas, restricciones sí. Para el resto de la sociedad las opiniones son divididas. Se vienen jornadas de mucho debate y polémica.

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