¿Y la voluntad popular?: “Esa te la debo”

 Solo la ingenuidad política o el desconocimiento de esta podían llevar a la creencia de una posible asunción de Martín Gill como diputado nacional. Nunca estuvo en el ánimo del actual intendente en uso de licencia ocupar el cargo por el cual se postuló en las últimas elecciones legislativas. 

 Además, la experiencia anterior avala su permanente conducta en desconocer la voluntad popular:

 primero dejó el rectorado de la Universidad Nacional de Villa María para asumir la secretaría de Políticas Universitarias de la Nación (2012) y luego la intendencia local para ocupar la Secretaría de Obras Públicas (2019), cargo que aún conserva y quiere conservar en los próximos dos años.

 Gill ha demostrado que no le interesan los votos de los ciudadanos, pues en dos años obtuvo sufragios necesarios para ejercer dos puestos electivos y, sin embargo, prefiere estar en aquellos que se eligen a dedo. Desconoció la voluntad popular de los villamarienses en diciembre de 2019 luego de una elección histórica que le permitió revalidar con el 54% de los votos. 

 Ahora vuelve a incurrir en la misma práctica: desconoció la voluntad popular de 200 mil cordobeses que lo llevaron a la Cámara Baja por el Frente de Todos. ¿Qué piensa un dirigente cuando prefiere un cargo digitado en lugar de respetar la voluntad popular, pilar fundamental del sistema representativo? ¿Puede el dedo del Presidente valer más que miles de votos en la ciudad y decenas de miles en la provincia?

 Además sienta un precedente preocupante. Ningún dirigente de la cuidad, oficialista u opositor, que quiera el Sillón de Viñas en 2023 y en las sucesivas elecciones municipales, podrá garantizar que permanecerá en el puesto hasta finalizar el mandato. 

 La jurisprudencia en la interpretación y aplicación del Artículo 124 ya fue establecida por el Concejo Deliberante a través de los ediles peronistas de todas las extracciones en cuatro oportunidades. Al oficialismo le costará mucho explicar en los próximos comicios que su candidato se quedará en la intendencia hasta 2027. La oposición, al menos, votó en contra. Aunque en un futuro puede utilizar los mismos argumentos si atraviesa una idéntica situación. El precedente ya fue creado, aun con la claridad que marca la Carta Orgánica Municipal en el Artículo 125. 

 ¿Los convencionales constituyentes habrán tenido “este espíritu” para permitir que el jefe comunal no ejerza nunca el cargo por el cual fue electo por los propios villamarienses? ¿Y ese mismo “espíritu” habrán tenido los convencionales constituyentes nacionales, para que un diputado electo no asuma? La política debe reencontrarse con el ciudadano común, mejorar ese vínculo dañado en los últimos años, y estas prácticas generan todo lo contrario, un alejamiento cada vez mayor.

 Ahora la discusión por la licencia volverá al Concejo Deliberante. Gill quiere la quinta, al menos hasta junio del 2022. El accastellismo sorprendió esta semana con un comunicado que rechazó la posibilidad de votar una prórroga. Desde el Pro reafirmaron la postura negativa. En efecto, con siete votos en contra (pueden llegar a ser más), Gill no tendría manera de extender su licencia por otros seis meses. Ya lo dijo el intendente interino Pablo Rosso, si no hay licencia, retomará la intendencia hasta 2023. Pero no habrá elecciones anticipadas.

 “Es el momento de decir basta a las maniobras especulativas, a los intereses personales y a la falta de respeto a los villamarienses. Es hora de que Martín Gill se haga cargo de sus acciones y dé cuenta de ellas a la sociedad. Nuestra posición es clara y contundente: no votaremos una nueva licencia de Gill. La decisión que percibimos de los villamarienses son solo dos caminos: que vuelva a la intendencia o que convoque a elecciones”, escribieron los concejales Juan Carlos Cladera y Daniel López, con el aval de su jefe político, Eduardo Accastello.

 “La decisión del accastellismo tenía que haber llegado hace 2 años”, retrucó Darío Capitani, referente del Pro. Asimismo, señaló que el bloque de Juntos por el Cambio continuará con la misma posición de rechazar la petición si llega al Concejo. “Gill ha dejado sentimientos heridos en la comunidad”, disparó, y pidió una pronta resolución por parte del mandatario: “tiene que definir que quiere hacer, o vuelve a la intendencia o convoca a elecciones”. 

Martin Alexis Alanis.

NOTAS RELACIONADAS

Educación pública en riesgo

El ajuste del Gobierno de Javier Milei no encuentra límites. El objetivo central de alcanzar mes a mes superávit fiscal prima ante cualquier otro aspecto de la vida nacional. La edu...

La política no habla (en público) de política (partidaria)

El 2025 parece lejano, ni que hablar 2027. En esta Argentina hiperactiva e impredecible pensar más allá de una semana resulta ciencia ficción. Y realmente lo es. La Ley Bases...

¿Y si Milei tiene razón en materia económica?

 A continuación citaré de manera textual dos párrafos publicados en el sitio infobae.com durante el fin de semana, que tal vez pasaron desapercibidos por la mayorí...

Parar la pelota

La clase política argentina necesita serenarse. Lo necesita el Gobierno y la oposición también. No se puede vivir este frenesí constante mientras la calidad de vida de...

MÁS LEÍDAS