El anuncio calma expectativas, pero es solo el comienzo
El gobierno anunció , a través del presidente y su ministro de economía, un entendimiento con el FMI. Un acuerdo “ sui generis” con metas no tan exigentes como en otras oportunidades y algo difusas en algunos objetivos como el de la inflación . Por lo que se observa, en un principio el ajuste afectará principalmente a la clase media y de ingresos fijos por aumentos de tarifas e impuesto inflacionario. Por ahora no se tocan intereses corporativos, no se piden reformas estructurales . Para decirlo en términos bancarios, nos renovaron el descubierto, en dos años y medio vemos el préstamo.Las fichas del ministro están puestas en un ajuste gradual y un importante crecimiento de la economía. Derrama optimismo, ojalá no se equivoque.
Lo cierto es que la noticia significó , por ahora, un alivio para los mercados que se habían tensado en las últimas semanas. Disminuyeron en algo las fuertes expectativas negativas que se habían acumulado.
Pero el mayor desafío para Guzmán y Fernández es lo que va a venir: cumplir lo acordado. Ese será el gesto que permitirá ir retomando la confianza por parte de los distintos actores económicos. El camino será largo y sinuoso y necesitará un apoyo político mayoritario , algo que todavía no está garantizado.La historia nos dice que cuando la confianza se pierde, no hay FMI ni plata del mundo que alcance para detener la crisis.
Mas allá de opinar sobre la dimensión del ajuste que impone el Fondo, está claro que para salir de este infierno de crisis recurrentes una de las condiciones básicas es una administración pública ordenada y financiada genuinamente. A eso lo sabemos todos pero ningún gobernante hasta el momento se dispuso a cumplirlo.
Ahora le toca a Alberto, un presidente con un poder político relativo y menos de dos años de gobierno por transcurrir. Y si Alberto cumple lo que le corresponde, al que venga le toca mas difícil todavía porque tiene que empezar a pagar.
El presidente dijo que es la solución razonable a un problema , podríamos estar de acuerdo o no con eso, pero por ahora es solo el anuncio. En el “ como y cuando “ está el desafío. La pelota está de nuevo en la cancha de la política, esperemos que no llueva y se embarre .
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