Calma. El spa donde el bienestar encuentra su propio ritmo

En pleno corazón de Villa María, hay un lugar que no sigue el ritmo acelerado del día a día. Un espacio donde cada detalle invita a detenerse, respirar y reconectar con uno mismo. Ese lugar es Calma, un spa nacido del sueño y la vocación de Tania Tubero, kinesióloga de profesión y alma inquieta, que decidió ir más allá del consultorio para crear un verdadero refugio de bienestar.
“Quería un espacio cálido, donde la belleza y el bienestar convivan, pero siempre desde un enfoque profesional, con respaldo en la salud”, cuenta Tania.
Así fue como, hace un año, Calma abrió sus puertas con una propuesta distinta: ofrecer experiencias transformadoras, diseñadas no solo para relajar el cuerpo, sino también para aliviar la mente y reconectar con el presente.
Un lugar pensado para sentir
Nada en Calma está dejado al azar. Desde el diseño del ambiente hasta la música y los aromas, todo está pensado para generar una atmósfera envolvente, serena y reparadora. Al cruzar la puerta, el cuerpo empieza a aflojar tensiones y la mente baja revoluciones.
Experiencias que sanan y sorprenden
Los servicios combinan lo mejor del mundo estético con terapias holísticas y técnicas de masaje profundo. Los circuitos pueden disfrutarse en pareja, con amigas o en soledad, como un acto de autocuidado.
Entre sus propuestas más destacadas se encuentran:
-
Masajes relajantes y descontracturantes
-
Tratamientos estéticos personalizados
-
Terapias holísticas y sensoriales
-
Un exclusivo spa capilar inspirado en técnicas asiáticas
-
Camilla adaptada especialmente para embarazadas
La innovación es una constante en Calma. Siempre están incorporando nuevas herramientas y experiencias, con el compromiso de ofrecer un bienestar integral y accesible.
Un regalo con sentido
Ya sea como obsequio para alguien especial o como una forma de priorizarte, Calma ofrece distintas alternativas para regalar bienestar. Porque a veces, lo más valioso que podemos dar o recibir es tiempo: un momento para pausar, respirar profundo y sentirnos bien.