En Argentina ya no hay creación de empleos en relación de dependencia
El informe 1153 de la consultora Idesa (Instituto para el Desarrollo Social Argentino) señala que las decisiones de contratación de un trabajador por parte de las empresas dependen básicamente de dos factores. Uno es el crecimiento de la economía que genera aumento de la demanda de sus productos y servicios lo que deriva en la necesidad de contratar trabajadores. El otro son las normas laborales y cómo los jueces la interpretan al momento de su aplicación.
“En la Argentina, la producción está estancada desde 2011 y las instituciones laborales están caracterizadas por desalentar las contrataciones. Ambos factores explican por qué las empresas no generan empleo asalariado registrado”, dice Idesa.
Para revertir esta situación el gobierno confía que con orden macroeconómico y las reformas estructurales se romperá el largo ciclo de estancamiento productivo. Para potenciar sus impactos positivos sobre la generación de empleos de calidad, el principal instrumento es la reforma laboral que está en tratamiento en el Senado. Esta ley se integra por un conjunto extenso de modificaciones a las normas que regulan las relaciones del trabajo.
Mientras tanto, el INDEC informó sobre la situación del mercado de trabajo. Comparando el 3º trimestre del 2025 con igual período del 2023, el trimestre anterior al inicio del gobierno de Milei, aparece que el PBI aumentó en 1,3% mientras que el empleo urbano se incrementó en 2,3%. Este aumento en el empleo total se conforma de:
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El empleo no asalariado o por cuenta propia creció aproximadamente un 14%.
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El empleo asalariado registrado en empresas privadas cayó un -3%.
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El resto de las ocupaciones (la suma de empleo público más empleo asalariado no registrado) cayó un -1%.
“Estos datos muestran que mientras las empresas privadas destruyeron empleos, la totalidad de la expansión del nivel de ocupación fue autoempleo, es decir, trabajadores sin empleador. Información complementaria de la Secretaría de Trabajo señala que el 80% son cuentapropistas informales, esto es, no inscriptos en el Monotributo. Esto sugiere que, en la mayoría de los casos, el aumento en el trabajo por cuenta propia no responde a una vocación emprendedora sino a la necesidad de generar ingresos para la subsistencia. Es clara la extrema necesidad y urgencia de dinamizar la producción y abordar una profunda reforma de las instituciones laborales”, remarca la consultora.
Y agrega: “El proyecto en el Senado responde a esta lógica. En su amplitud y complejidad aparecen varios puntos perfectibles que es recomendable que sean abordados en su tratamiento legislativo. Pero los desafíos no terminan con introducir ajustes y mejoras en la ley. Además, es crucial y decisiva la aplicación que las justicias laborales de cada provincia hagan de las nuevas normas laborales”.