Vida y Estilo 31-01-2023

El chocolate es magia y pasión

“Se trata de magia y pasión”, asegura Sonia Rucci, la responsable de Xocolatl - Chocolatería de autor, creadora de atractivas opciones del “alimento de los dioses”.

La joven oriunda de General Baldisera, quien llegó a Villa María para lograr su título de Técnica Superior en Alimentos, lleva adelante su emprendimiento de chocolatería y de boca en boca, cómo no, fue acercando curiosos, consumidores y amantes del producto en sus diversas y consagradas formas.

“Empecé hace varios años, pero no haciendo pintura ni cosas con cobertura”, narra Sonia, quien vio a través de las redes las imágenes que provocaron su anhelo: “Yo quiero hacer eso”. “Me contacté con ese chico y me fui a Buenos Aires para hacer ese curso”, completa.

Repasa para Claves que ella “trabajaba con baño de repostería, pero no es chocolate puro”. “Cuando volví, yo tenía otro trabajo y se me complicaba por los tiempos, luego llegó el Cpvid-19, y gracias a la bendita pandemia a partir de la cual descubrí la pasión de mi vida, que es el chocolate”, dice.

Y sostiene: “Debe ser algo que tenía muy guardado y salió en ese momento, porque nunca hice en mi vida algo que me haga tan feliz como trabajar con el chocolate. Puedo pasar el día creando, pintando, haciendo moldes…”. Y sí, le gusta el chocolate: “Amo el chocolate”, confiesa.

“Con este calor es difícil trabajar el chocolate, hay que buscar el momento para poder hacerlo, pero se puede hacer de todo, de noche o a la mañana más temprano. De todas maneras, es necesario el ambiente climatizado”, explica, en tanto asegura sobre su taller: “Es mi mundo de chocolate”.

Y en cuanto a las producciones, indica que “lo que no se pinta, se hace con moldes”. “Sigo a unas señoras que son bielorrusas y utilizan de material el acetato, como un plástico, que se corta y se van armando los moldes, aunque también se pueden adquirir”, y observando, “lo que no se consiga, lo podemos hacer”.

En cuanto al tamaño, “lo más complicado es hacer cosas altas, porque es necesario sostener el chocolate”.

“El chocolate se pinta con manteca de cacao y colorantes, que son liposolubles (se diluyen en grasa). No se percibe porque es a base de chocolate y se pueden hacer los colores que quieras”, describe la chocolatera.

Agrega que “se puede hacer lo que quieran y se busca en qué inspirarse, tratando de pensar y hacer siempre cosas diferentes”.

Para la Navidad de 2021, por ejemplo, hizo turrones convencionales, rectangulares, pero en la última, fueron redondos. Sí, redondos, “de maní, con frutos secos, de coco, de mazapán (base de almendras) y de nueces, todos con motivos diferentes”.

También elabora trufas y microgalletas, lo que más piden clientes, amigos, familiares y sobrinos.

“Lleva horas pensar lo que querés elaborar, porque se trata de hacer cosas nuevas, que no vemos en otros lados”, insiste.

Y como dato importante, apunta que “no tienen conservantes ni colorantes. A comer tranqui, porque el azúcar actúa como conservante natural”, expresa la técnica.

Repasa que “la Navidad es fecha clave y luego, con el calor, la demanda se calma en algún aspecto, pero no deja de ser uno de los obsequios preferidos”.

“Desde hace un tiempo, las tortas piñata son furor, causan mucha expectativa”, señala y cuenta que preparó una especial “para el elenco de Pepe Cibrian”, cuando meses atrás estuvieron en el Teatro Verdi.

“Es una forma cilíndrica de chocolate, con una decoración superior y adentro tiene trufas, microgalletas, bombones, golosinas y el martillito.

Se rompe el cilindro y vos podés comer todo. Es todo solo chocolate”, detalla.

Coincide que “el chocolate tiene mala prensa, pero el chocolate puro es un alimento súper sano”.

De los más pedido, para Sonia son “frutos del bosque, con el chocolate semiamargo” y “por lo general, cajas con todos, desde avellanas a dulce de leche”.

Y además, remarca que “por lo general, cada persona que llega a encargar, después es parte de una familia grande, y días después me ocupo de preguntar si el producto resultó bien, si gustó”.

Desde su General Baldisera, siempre mantiene una demanda “importante”, siendo profeta en su tierra. “En invierno es más fácil, y en verano cuesta más, pero llega”, confirma. Y abona en que “la familia acompaña muy bien, también con los pedidos, sobre todo los sobrinos”.