La política reaccionó después del Mundial

 Tras casi un mes en piloto automático, la política argentina reaccionó en diversos temas minutos antes del cierre del 2022. Una semana intensa que cambió lentamente el eje de la información dominado por la continuidad de los festejos de La Scalonetta. Casi en paralelo, aunque con menor repercusión social, las noticias políticas acompañaron en la agenda diaria el enorme interés de la población respecto a las celebraciones de los futbolistas que trajeron al país la famosa tercera Copa del Mundo.

 Sucedieron varios hechos esta semana, la última del año, que preanuncian un 2023 cargado de información política a raíz de la enorme cantidad de elecciones que se aproximan en todos los planos. Y, justamente, en todos los planos hubo novedades. A nivel local, se anunció el nuevo titular del Ente Deporte y Turismo y se espera por la grilla del Festival Internacional de Peñas. También estuvo el gobernador Juan Schiaretti inaugurando una escuela secundaria. 

 A nivel provincial, en tanto, el Gobierno clausuró el debate por las “re-re” de los intendentes y tampoco modificó el Código Electoral, por lo cual las elecciones serían en junio. Además, Luis Juez y Rodrigo De Loredo se mostraron juntos en un acto en medio de la tensión por las candidaturas de Juntos por el Cambio. Y, finalmente, en el plano nacional, el conflicto desatado entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires por los fondos coparticipables, tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia, despertó la bronca de los gobernadores que ven reducir ingresos para sus provincias en beneficio de la urbe más rica del país.

 Cada uno de los temas, que desglosaremos en la presente columna, casi que resultan un resumen del año con nuevas actualizaciones. Una serie que termina la primera temporada, pero que promete capítulos más intensos para la siguiente saga. Por caso, se aguarda el anuncio de la grilla del Festival de Peñas 2023 en Villa María. Es un hecho cultural, es verdad, turístico también. Pero además político. Si la organización resulta positiva, el oficialismo se anota un poroto y más en un año electoral. Si no resulta tan positiva, las críticas golpean la gestión. El intendente Martín Gill no puede reelegir y ningún dirigente cercano al jefe comunal asoma con más posibilidades que otros enrolados en otros espacios justicialistas. Casi que todos largarían en la misma posición. Por eso el gillismo busca anotarse un poroto en este festival que lo organiza con los propios, sin participación de otros actores históricamente involucrados. A tal fin, Gill nombro al periodista Sebastián Panero como presidente del Ente Deporte y Turismo. De estrecho vínculo con el mandatario local, y actual encargado de la comunicación oficial, el funcionario tendrá la compleja tarea de encabezar el evento artístico más grande que la ciudad le puede ofrecer a sus propios vecinos y miles que llegan de otras latitudes. Ya se anunció la presencia de Ricky Martin en una noche “bonus”, para el 24 de febrero, aunque bajo la organización de privados.

 En cuanto a la visita del gobernador el pasado martes, en el marco de la inauguración de la escuela ProA de la UNVM, coincidió con el anuncio un día antes de la lista del Frente de Todos Córdoba para competir en las elecciones provinciales. En aquel comunicado no estuvo Martín Gill, pero sí firmaron un documento más de 30 intendentes que habitualmente trabajan en su espacio político. La intensión de Gill es negociar con Hacemos por Córdoba, y más puntualmente con Martín Llaryora, en un esquema de unidad pensando en los comicios cordobeses. “No quiere romper, no le da lo mismo que gane el peronismo o la oposición”, aseguró en off a este medio un estrecho colaborador suyo. Gill desojará la margarita hasta último momento, o se suma al armado kirchnerista en la provincia o termina acordando con el PJ tradicional. En un escenario de paridad, cada voto cuenta.

 En la provincia, en tanto, el Gobierno no habilitó las “re-re” de los intendentes que llevan 8 años en el cargo y gran parte de los municipios sin carta orgánica renovarán sus autoridades a partir del 10 de diciembre de 2023 (salvo que aparezca un cambio a principios de año, modificando las reglas de juego en el mismo año electoral). Tampoco podrán ser candidatos aquellos legisladores, concejales y tribunales de cuenta que lleven la misma cantidad de años en el ejercicio de los cargos. Un salto cualitativo en la renovación y oxigenación de los estados locales a pesar del malestar de muchos jefes comunales que aspiraban a continuar por un periodo más.

 Y el otro hecho destacado sobre el final del año, fue el brindis organizado por el juecismo donde coincidieron el propio Luis Juez y el radical Rodrigo De Loredo, aliados y rivales pensando en las elecciones. Por ahora, no hay acuerdo sobre cómo resolver las candidaturas pero ambos sostienen que no romperán el espacio. Vienen de obtener más del 50% de los votos en las legislativas del año pasado.

 Mientras que en el plano nacional, el fallo de la Corte Suprema beneficiando a la Ciudad de Buenos Aires por los fondos coparticipables expuso con total crudeza el conflicto de poderes entre el Ejecutivo y la Justicia, y fracturó aún más la relación del peronismo con la Corte y el sistema judicial federal casi en su conjunto. 

 El Gobierno acusa a los cortesanos de financiar la campaña nacional de Horacio Rodríguez Larreta con esta medida, y los señala directamente como parte de la oposición argentina. Mientras que Juntos por el Cambio celebra el fallo y le pide el cumplimiento urgente de la transferencia de estos recursos, aunque el Gobierno ahora ganó tiempo hasta febrero (la Corte volverá a tratar la suspensión de la ejecución de la medida y las recusaciones tras la feria judicial). Más dinero para CABA significa menos recursos para las provincias, y por eso el grueso de gobernadores apoyan la postura del Gobierno de no cumplir con la resolución judicial y continuar con la transferencia del 1,4% en lugar del 2,95% fijado parcialmente por la Corte hasta que se resuelva la discusión de fondo. Sin embargo, no cumplir un fallo del máximo tribunal no resulta la mejor alternativa en un sistema republicano. Sí puede haber cuestionamientos, críticas, las sentencias son los actos de gobierno de los jueces. Pero después de esto ya no hay más nada. Que haya equilibrio y razonabilidad antes que lo opuesto le gane a la República.
 
Martín Alexis Alanis.

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