Un día cualquiera. Cena de antojo y con mucha hambre. A la hora de elegir y si es temprano, la opción es de un amigo que sabe lo que hace. El teléfono me indica Tosco, pero yo sé quién está detrás de los fuegos distinguidos de esa cocina, incluso cuando pienso en un sándwich: Bruno Sicoli (pergaminos y trayectoria aparte).

Pido lomo, para las 21.15. Especial, porque así lo quiero. Sin embargo, sabemos de antemano lo que estamos pidiendo.

A la hora señalada lo podés pasar a buscar, a pesar que cuenta con delivery propio.

El precio no es lo de menos: 580 pesos o dos por 1.100. Y con dos, también sabemos que comemos tres.

La caja personalizada es un detalle (no menor) y habla de la marca con calidad. Y en este caso no es solo marketing.

El lomo es simple y franco. Pan de tamaño convencional, grande. Las papas fritas tipo bastón acompañan en buena cantidad. El pan es de panificación propia y parece pesado, pero si nos tomamos el trabajo y separamos una de las partes, podremos ver que es liviano. Muy liviano. Tiene una pequeña lluvia de semillas arriba (sésamo lino y chía) y es aromático. Tiene aderezo de mayonesa casera ahumada, la misma que convidan en un pote para untar o sopar las papas (delicias irresistibles). Entre los panes, las capas son lechuga, tomates, el bife de lomo, jamón cocido, queso y huevo. Es claro que la identidad está marcada en los elementos justos, los básicos, los que indican una vuelta a los orígenes. Mejor pocos y bien combinados pueden marcar esa característica. Es la intención de hacer sentir, vivir esos sabores. De compartir ese ajustado concepto de la cocina italiana.

Hay que cortar un lomito de estos a la mitad y apreciarlo, además para poder comer de manera cómoda, "de piernas abiertas". Y al primer bocado estaremos dando cuenta de un lomo contundente y al avanzar notaremos otra virtud del pan, que se percibe húmedo pero no se rompe.

Este sándwich, este armado de carne que pasamos a buscar por avenida Libertador 477, ahí en la Costanera de Villa María, contará que Tosco tiene los fundamentos de un lomo especial, clásico y bien hecho. Una invitación a hacer saborear.