Zoe: la ilusión en una mentira

 En pleno siglo XXI, ¿es verdad que algunos todavía creen en la ilusión de generar dinero con el dinero mismo? Y la respuesta es tan sí como la enorme bola de nieve que fundó el propio Leonardo Cositorto con Generación Zoe y que atrajo la atención de miles de “fiduciarios” que creyeron ingenuamente en esa falsa ilusión de ganar muchísimo sin dinero sin mover un pelo.

 Las estafas piramidales, con el esquema Ponzi como método, tiene varias décadas de vigencia a nivel global y resultados similares en todos los tiempos: la caída de las estructuras como un castillo de naipes.

 La única fuente de recursos genuina siempre es el trabajo. El trabajo ordena la economía y la vida de las familias. El sistema financiero tiene sus reglas y límites de funcionamiento. Las mesas de dinero no tienen regulación estatal y caen con la misma fuerza con la cual se levantaron.

 Generación Zoe es el fiel reflejo de nuevos métodos de captación de gente con viejos esquemas piramidales de generación de dinero irreal, ficticio, que solo puede beneficiar a unos pocos en un corto plazo de tiempo. El resto serán víctimas del engaño. Por eso los detenidos y prófugos, con Cositorto a la cabeza, fueron acusados por la Justicia de asociación ilícita y estafas reiteradas. Luego, con el correr de la investigación, la fiscalía de instrucción y un eventual juicio determinarán responsabilidades. Pero no se puede detener a todos los participantes de la estafa. Hay “inversionistas” que obraron de buena fe aún en su desconocimiento e ingenuidad en materia financiera, otros lo hicieron con evidentes consecuencias penales por su responsabilidad en la construcción de una torre sin bases sólidas.

 Cositorto construyó a lo largo de años una figura mesiánica, un “líder espiritual” que encontró en el coaching y en la religión el mejor camino para manipular y convencer a miles de seguidores de que el mejor camino para incrementar sus ganancias o salir de su mala situación económica es aportando dinero en una rueda que le devolvería el capital y le pagaría intereses que ni los bancos norteamericanos en Estado Unidos pagan. Un 7,5% en dólares mensuales, una verdadera panacea de la bicicleta financiera.

 La investigación permite encontrar detalles insólitos como la recepción de miles de dólares “en la empresa” (así la llama Cositorto) y que los únicos comprobantes sean papelitos comunes de librería.

 Siempre el dinero físico, cash, la manera de ingresar al círculo. Por eso, según distintos especialistas en materia judicial, si la causa gira hacia lavado de activos podría convertirse en competencia federal. Por ahora solo es asociación ilícita y estafas reiteradas, de competencia ordinaria.

 Villa María se convirtió en apenas horas en el festival internacional de las estafas por parte de Zoe, luego de las primeras denuncias radicadas en la fiscalía de Juliana Companys (la fiscal dijo en conferencia de prensa que las denuncias se suceden día tras día -“hasta por teléfono”, señaló- y no pudo precisar ni cantidad de supuestos estafados ni el monto de las irregulares operaciones). 

 La atención mediática provincial y nacional se concentró en este personaje llamado Leonardo Cositorto, hoy prófugo de la Justicia, que se inició en el mundo del trabajo como vendedor callejero de libros. Lideró grupos en España y retornó a la Argentina en 1994 para encaminar su vida en el mundo de los negocios. Construyó Generación Zoe a imagen y semejanza y en apenas cinco años logró manejar una masa de dinero que alcanza los 250 millones de dólares (¿dónde estarán, no?) y opera en 22 países. Lo dijo el propio Cositorto en la nota que realizó en el canal C5N en la noche previa a los allanamientos y primeras detenciones en Villa María.

 El líder de Zoe afirmó además que en Villa María comenzó “la campaña de desprestigio contra la comunidad” y que luego se extendió por la provincia y en el país. Las denuncias demuestran que su “empresa” ya no pudo responder más y debió cerrar la oficina. Sigue pidiendo plata en audios y en reuniones virtuales, y es obvio. El esquema Ponzi necesita de inversionistas de manera constante para sostener la estructura piramidal.

 Esa buena prensa que construyó en torno a la organización, con la participación de famosos como promotores y hasta en la intervención en equipos de fútbol porteños, se le derrumbó en un abrir y cerrar de ojos. Hoy todos los medios hablan de la estafa de Zoe y la Justicia no para en la investigación: allanamientos, secuestros de bienes y detenciones. Ya son 11 los aprehendidos en la ciudad, 7 los prófugos.

 Ni aquella fallida experiencia de Soluciones Diarias, ni las múltiples experiencias de mesas de dinero que terminan en bancarrota a nivel mundial, sirven para amedrentar a personas que terminan cayendo en la misma trampa e involucrando a otros tantos como víctimas. El dinero es fruto del trabajo. Cualquier otro método tiene fecha de vencimiento. El de Zoe fue mucho, cinco años, pero con igual resultado.

Martin Alexis Alanis

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