La Seguridad Hídrica y los Ecosistemas Andinos, en jaque por el retroceso de los glaciares

Según un estudio publicado en Science, los glaciares andinos han retrocedido a sus niveles más bajos en 11.700 años; y advierte que estos ecosistemas se están perdiendo más rápido de lo esperado, por lo que es necesario dar alerta a los cambios en los paisajes y como es urgente la conservación.
Las estimaciones indican que entre los años 1990 y 2020, la perdida de los glaciares andino significo más del 35 por ciento de su superficie, una cifra realmente alarmante para la conservación del ambiente. Esto genera, como problemas fundamentales, un aumento en la exposición a derrumbes, aludes y desbordes en los lagos glaciares.
Sucede que, los diferentes ecosistemas de montaña de gran altitud, como los glaciares andinos, tienen funciones ambientales fundamentales para el equilibrio ecológico y la disponibilidad de agua dulce para las poblaciones. Por lo que, estas transformaciones profundas que vienen padeciendo, afectan sin duda alguna a la seguridad hídrica en el presente y, también, a futuro.
Con el derretimiento de los hielos se van formando los denominados Lagos Glaciares, pero las barreras naturales que los contienen son frágiles y su ruptura puede ocasionar problemas como la liberación de una gran cantidad de metros cúbicos de agua y sedimento, aumentando el riesgo de desastres naturales, alterando el ciclo hídrico y perjudicando la biodiversidad y la agricultura. Y, sin dudas, afectará a las zonas cercanas y rio abajo.
Recordemos que este año la ONU (Organización de las Naciones Unidas) declaro al 2025 como el año Internacional para la Protección de los Glaciares. Y que, la misma organización, a través de la cooperación internacional, promueve estrategias integradas que van desde la reforestación de especies nativas, al manejo integral de las cuencas de los ríos y el monitoreo satelital y sistema de alerta temprana.
Acciones que pueden significar una solución relevante para reducir la erosión, pero también para estabilizar los terrenos y fortalecer la resiliencia comunitaria. Recordemos que la resiliencia es fundamental para enfrentar los retos a enfrentar como consecuencia del cambio climático, por lo que generar infraestructura natural y liderar una planificación estratégica para proteger las comunidades más vulnerables es indispensable para adaptarse al futuro que el Cambio Climático y sus consecuencias nos depara.
En este sentido, cuando se habla de la construcción de resiliencia, estamos expresando que se requiere la construcción de diques vegetales y monitoreo satelital para frenar los problemas propios del deshielo que viene formándose; también, la generación de empleo verde y seguridad alimentaria para prevenir las consecuencias de menores rindes en la producción de alimentos; y, asimismo, es necesaria una planificación territorial en zonas de alta latitud, para conservar los lagos glaciares y demás ecosistemas.
Lic. Nicolás Pepicelli
Economista, Dipl. Ambiente
y Profesor UPC