Vida en la naturaleza

A solo 5.5 kilómetros del vado de El Durazno, emerge un proyecto inmobiliario que redefine el concepto de vida en la naturaleza: Rincón del Durazno (Chacras de Montaña). Desarrollado por el Grupo Rincón del Durazno, este club de montaña de 650 hectáreas no solo promete paisajes idílicos, sino también una filosofía de desarrollo eco-sustentable y de baja densidad poblacional, pensada para preservar la belleza natural a perpetuidad.
Lisandro Vartalitis, integrante del grupo, explicó que el proyecto se asienta sobre un terreno privilegiado con casi 6 kilómetros de costa de río El Durazno y varios arroyos que lo atraviesan, creando un entorno “conmovedor y apacible”.
“La idea es que no sólo comprás un lote, adquirís una participación en un proyecto completo de un club de montaña de 650 hectáreas”.
Este concepto implica que, además de la propiedad privada de lotes de un mínimo de una hectárea (pudiendo llegar a dos o tres), los propietarios acceden a múltiples bajadas comunes al río, un “gran valor agregado” que permite disfrutar de las playas y paisajes sin necesidad de tener costa propia en cada parcela.
La baja densidad poblacional es una de las piedras angulares de Rincón del Durazno. Vartalitis remarcó que esta característica está “garantizada a perpetuidad” mediante la prohibición de subdivisiones sucesivas de los lotes. Esto asegura que el inversor conserve la vista y la tranquilidad con el paso de los años.
Sustentabilidad y servicios
El proyecto se destaca por su enfoque eco-sustentable. La energía propuesta es solar, y existe una estricta normativa que prohíbe la extracción de especies autóctonas, buscando sinergia con el bosque existente y contrarrestando la presencia de pinos, una especie exótica.
Entre los servicios y comodidades que ofrece Rincón del Durazno, Vartalitis menciona: pórtico de acceso privado, miradores, un Salón de Usos Múltiples (SUM), casa del encargado y 120 hectáreas de reserva natural en la parte alta del campo a 1.600/1.700 metros de altitud, cerca del origen del río El Durazno, destinadas a ser un espacio “donde literalmente no hay nadie”, pero con áreas preparadas para camping y contacto directo con la naturaleza para los inversores.
Para aquellos que deseen construir, el emprendimiento permite edificar hasta un 4% de la superficie del lote, lo que en una hectárea se traduce en 350 a 400 metros cuadrados. Es un número más que considerable ya que el promedio de las chacras suele rondar los 150 a 200 metros.
El Grupo Vartalitis también ofrece soluciones constructivas a los inversores, actuando como empresa desarrollista y constructora. Un código de construcción estricto salvaguarda la estética del lugar, sugiriendo el uso de materiales como madera, piedra y chapa en colores neutros (gris o negro), para que las viviendas se integren armónicamente con el paisaje natural. “Construimos el sueño”, afirmó Vartalitis, resaltando el compromiso con un master plan que garantiza la planificación y el desarrollo ordenado del lugar.
Conectividad y crecimiento
El Durazno ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, con el desarrollo de hoteles, spas y una infraestructura vial que permite acceder al lugar en cualquier tipo de vehículo. Rincón del Durazno se beneficia de esta conectividad, ofreciendo también servicios de internet, un “combo perfecto” para aquellos que buscan un lugar para jubilarse, hacer home office o simplemente desconectarse.
“Hay muchos inversores de Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos que vienen y lo que quieren es eso: estar alejados”, comentó Vartalitis, destacando el interés que genera la propuesta.
En cuanto al avance comercial, el primer macrolote de 26 parcelas ya cuenta con 22 vendidas, y otras áreas se encuentran en plena oferta o en fase de planificación y marketing. Rincón del Durazno se posiciona así, como una opción de inversión y de vida para quienes valoran la exclusividad, la naturaleza y la tranquilidad en el corazón de las sierras cordobesas.