Impacto en el comercio

Los cambios en la economía nacional han impactado de diversas maneras según los sectores. En el caso del comercio minorista se suma a otros cambios estructurales como la venta por internet, por ejemplo. Entrevistamos a dos comerciantes del rubro textil del centro de nuestra ciudad para escuchar sus opiniones: Paula Ojeda de Cardón y Cesar Fracarolli de Oktubre y We.
¿Cómo está el comercio hoy?
Paula: Hay poco movimiento. Se puede adjudicar a diferentes cuestiones, una es la situación del país. En abril hubo un quiebre, con la temporada de invierno. El estacionamiento medido también nos juega en contra, sobre todo para el que viene de la región. Son pequeñas cosas que van sumando. Y creo que los precios. Nosotros tenemos una franquicia y no podemos ajustar los valores de los proveedores, así que lo que hicimos como negocio fue brindar facilidades de pago, hacer descuentos en efectivo. Tres y seis cuotas sin interés, que tuvimos que asumir nosotros.
César: la situación es crítica, no llega a regular. En diciembre las marcas presentan el invierno y hay que hacer la compra anticipada que se hace en función a cuánto vendiste el año pasado. Compramos y la falta de frío nos golpeó. No hay consumo porque no hay necesidad, no hace frío. con la venta mayorista llegamos a todo el país y fue general. No se llega a cubrir los cheques. Nadie vendió nada en estos tres o cuatro meses, a partir de abril.
El bajo poder adquisitivo de la gente se notó. Los pocos comercios o páginas que funcionan son los que ofrecen muy buenos precios, descuentos o financiación. Hubo que hacer ajustes y así y todo no llegamos al punto de equilibrio.
¿Y cuáles son las alternativas?
César: En este momento salimos al mercado con descuentos agresivos, de tal manera que con ese ingreso podamos cubrir los gastos operativos. Situación que te achica. Pero es tanta la necesidad que para salir de la situación lo tenés que hacer.
Hay poco movimiento en la ciudad, en el centro, no así en otros rubros como las casas de electrodomésticos. Siempre hay gente adentro, por financiación o precios. Pero en lo que es ropa, nada.
Paula: Nosotros compramos muy anticipado, ya tenemos el verano. Fuimos con una expectativa de compra y hoy es otra. El clima no ayuda. Influye mucho la baja en las ventas y el poco movimiento.
La forma de comercializar está cambiando ¿Es una herramienta o una competencia?
Paula: Al ser una franquicia no puedo tener una tienda online, que en su momento y en la pandemia la hicimos. Hoy trabajamos en las redes y nos funciona mucho el contacto de difusión que tenemos a través de WhatsApp, con clientes locales y regionales.
César: En realidad las redes cumplen la función de la vidriera. Lo que antes esperábamos tanto para armar, ahora está puesto en las redes. La gente está acostumbrada a ver lo que quiere en el teléfono por lo que sí o sí hay que tener presencia ahí. Si quieres pescar, el pez está en el teléfono. La comodidad lleva a que no haya tanta gente en el centro. Vienen y te dicen: ‘quiero esto que subiste’. Tenemos una competencia amplia. El cliente tiene tanta información que si no nos adaptamos a los cambios quedamos desactualizados y ellos lo perciben. Hoy te tenés que diferenciar de la competencia con otras herramientas: conociéndolo, saber que ve, que le gusta, que consume, diferenciarte en la atención, en la imagen. Más allá del producto. Por ahí las páginas no te dan esto de la atención, solo los precios.
Paula: Nosotros nos diferenciamos con la atención también y el asesoramiento. La calidez que no la vas a tener en internet.
¿El centro de Villa María sigue siendo un punto para quedarse?
Paula: Por un momento lo pensé, pero realmente hace 20 años que estamos en el centro y la verdad es que necesitamos ampliar. Mudarme sería un riesgo. Nosotros tenemos otros clientes, el que va al banco, el que hace trámites en el centro. Si, el tema del estacionamiento es un problema. Por ejemplo, nos plantean gente de La Carlota, de Ucacha, le queda lo mismo venir acá o ir a Río Cuarto y hoy se van a Río Cuarto que es más simple.
César: En mi caso me iría del centro y una de las cuestiones es por el costo de los alquileres y la baja de los clientes. Antes entraban al local gracias a una buena ubicación y hoy bajó a menos de la mitad la cantidad de gente. Creo que, retirado del centro, pero con una buena acción de marketing me serviría. Es conveniente pagar la mitad del alquiler y utilizar más dinero para acciones en redes y promoción.
El estacionamiento es un problema. Como orden cumplió su función, pero creo que en esta época no necesitamos orden sino fluidez. Antes no teníamos quejas de los clientes, ahora que llevan los autos a más de cinco cuadras sí.
¿La región sigue siendo importante?
Paula: Vienen toda la semana. Mucha gente asiste al médico y de paso compra. Se quedan a almorzar, traen los vehículos al service. Hay opciones y la vidriera online hace que visiten los locales que ven por redes.
César: Si, Villa María es un imán por las opciones, por la variedad, por los precios. Hace que vengan. Por ejemplo, tenemos un local en Bell Ville y la gente viene aquí porque hay más opciones, más alternativas. La universidad suma mucho.
¿Qué pasa con los impuestos? ¿Siguen siendo un costo importante?
César: Si, todo es un costo. La financiación, las cuentas corrientes, los gastos operativos, son muchas cosas. Es demasiado lo que sale y al bajar el consumo estamos muy limitados. Yo hace muchos años que estoy en el comercio y con total sinceridad nunca he visto lo que estamos pasando este año. Creí en esta gestión, pero están ajustando mucho y lo estamos sintiendo. Creo que el que no tiene experiencia, esperanza y espalda para bancar, se va a quedar afuera. Hay que ser muy cauteloso. Ir un paso a la vez y cambiar la metodología en base a la necesidad. Manejar volúmenes más cortos, mover y reponer.
Con respecto al tema de los precios ¿Han notado una baja?
César: Desde el momento que se abrieron las importaciones, cambiaron las reglas de juego. Muchas marcas grandes empezaron a comprar afuera a otros precios y el producto nacional dejó de ser competitivo. Al abrirse esta puerta que estaba limitada se desestabilizó la industria nacional. El que fabrica tela empieza a sentirse perjudicado y la marca igual. Aumenta y el producto sale el doble de lo que cuesta en China. No hay regulaciones. Y los impuestos hacen que aumenten los precios.
Cambiaron las nuevas formas del juego y hay que adaptarse. Conseguir productos copados a un buen costo. Porque al haber competencia el cliente sabe los precios de la mercadería en todo el mundo y si estás en la media que buscan, te tildan de caro.
Paula: Es verdad y realmente no podemos así, tiene que haber algo. El tema de la apertura de la importación nos afectó, como también los impuestos. No benefició al comerciante e industrial en muchos casos.