El Proceso de Planificación Estratégica, se puede desglosar en tres grandes etapas. La primera llamada Formulación, que incluye la Revisión de la Visión, Misión, el Análisis Externo e Interno, la Fijación de los Objetivos y el Desarrollo de los Planes de Acción; la segunda denominada Ejecución, que hace referencia a la Asignación de Recursos (Materiales, Financieros y Humanos) y a Efectuar las Acciones; y finalmente la fase de Control, donde se realiza la Comparación de Resultados.
El día a día organizacional hace enfocar las energías, especialmente del empresario Pyme, en las tareas de Ejecución en desmedro de las de Formulación; la preocupación se asienta en realizar correctamente las acciones para lograr los resultados esperados con el uso adecuado de los recursos, eficacia y eficiencia; dejando en un segundo plano la capacidad de conseguir los efectos deseados con lo realizado, independientemente de las alteraciones de las variables externas e internas, la efectividad.
En términos de planeación empresarial, aquello que ciertamente constituye un reto es administrar simultáneamente la complejidad, ambigüedad e incertidumbre, incluyendo los sucesos casuales e imprevistos; demandando la capacidad de ajustar la gestión organizacional a los cambios del entorno para dirigirse desde un presente conocido a un futuro deseado.
La Planificación Estratégica por Escenarios permite integrar la Formulación, Ejecución y Control, desde la Visión Estratégica (imaginar el futuro), con el Planeamiento Estratégico (cómo abordar el futuro incierto) y la Administración Estratégica (cómo gestionar el futuro en el presente); con la finalidad de obtener ventajas competitivas sostenibles, sustituir/renovar ventajas competitivas existentes, asegurar la generación de valor agregado y desarrollar una actitud proactiva.
Un escenario es una representación contundente, coherente, verosímil, objetiva y pertinente de cómo podría ser el futuro en el que se encuentre la organización en el próximo tiempo. Se caracterizan por ser dinámicos, brindar múltiples posibilidades para extender la visión, y no solo proyectan el futuro, sino que dan una progresión de las acciones del presente hacia el futuro. Al desarrollo de escenarios también se lo suele denominar gestión de contingencias u administración de riesgos, es decir tomar medidas para enfrentar hechos inesperados, generando distintos escenarios para estimar los posibles efectos; diferentes supuestos conducen a disímiles resultados. A los escenarios se los puede clasificar por su:
• Naturaleza: Exploratorios (General a Particular) o Descriptivos (Particular a General)
• Proyección: Predictivos (Presente-Futuro), o Pro-Activos (Futuro-Presente-Futuro)
• Horizonte Temporal: Corto (1 año), Mediano (4 años) o Largo Plazo (10 años)
• Sensibilización: Pesimista, Medio u Optimista
La Panificación Estratégica por Escenarios no pretende profetizar el futuro, sino que su meta radica en disminuir el riesgo y la incertidumbre, visualizando diferentes situaciones probables bajo circunstancias específicas para, posteriormente de analizarlos concienzudamente, poder implementar nuevas estrategias y obtener/mantener una ventaja competitiva; como se puede observar en la metodología para su implementación, que consta de los siguientes pasos:
1. Identificación de la Empresa
2. Revisión de Visión, Misión, y Objetivos Actuales
3. Construcción de Escenarios (de Macro a Micro)
4. Estudio de la Cadena de Valor
5. Identificación de Ventajas Competitivas (Comparativas y Distintivas)
6. Establecimiento de las Estrategias
7. Seguimiento y Control
Si bien, a primera impresión, parece una herramienta aplicable únicamente para grandes empresas, el solo ejercicio de desarrollar escenarios permite que los responsables de la gestión de las Pymes tomen consciencia de la multiplicidad de situaciones que pueden acontecer a lo largo del tiempo, dejando de lado las tendencias; reflexionen sobre la interrelación entre las múltiples variables, comprendan el contraste entre lo ideal versus lo viable y alcancen una gestión proactiva ante las situaciones organizacionales problemáticas. En el pensamiento estratégico está cimentado el futuro de la pyme debido a que no solo es importante hacer las cosas correctamente (Gestión), sino que es fundamental hacer las cosas correctas (Estrategia); por lo tanto, se debe tomar el compromiso de imaginar en el presente para forjar un futuro exitoso.
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