Lo que pasó y lo que viene

Lo que pasó y lo que viene

Como lo hacemos anualmente, en el primer número de CLAVES de cada año planteamos las proyecciones económicas del año que se inicia según nuestras expectativas y las opiniones de las consultoras más prestigiosas del país. Además, a manera de rendición de cuentas, comparamos los resultados de lo que pronosticamos el año anterior con lo que realmente sucedió, para que nuestros lectores nos evalúen y saquen sus propias conclusiones.    

LO QUE PASÓ EN EL 2021                  Pronóstico                              Sucedió

Inflación                                                      49,8%                                      50,9   %  

Dólar                                                          $ 125,8                                   $  107,75     

Nivel de actividad                                       5,5%                                       10% (estimado)

DIJIMOS Los principales analistas económicos del país ven una economía 2021 con una recuperación moderada, con una inflación superior a la del 2020 y un dólar que acompaña la evolución inflacionaria.

PASÓ La recuperación pospandemia fue muy acentuada y duplicó la estimación de los economistas. La inflación se dio tal cual los pronósticos a pesar del retraso del dólar oficial.  

DIJIMOS A pesar de la fuerte caída del producto 2020, la economía argentina tiene en el 2021 la posibilidad de recuperarse apalancada en un alto precio internacional de la soja y la posibilidad cierta de refinanciar a largo plazo la deuda con el FMI. En un contexto de severos desequilibrios estructurales, podría consolidarse en este año la recuperación de la industria, en especial la agroindustria y algún signo de recuperación del consumo, si la inflación logra controlarse en valores menores similares a los planteados en el presupuesto. Si este círculo virtuoso se produce, es muy posible que la recuperación económica sea superior a la proyectada por los analistas (algunos ya hablan de un 7% del PBI).

PASÓ Los buenos precios se dieron tal cual nuestra expectativa y aunque no se llegó a un acuerdo con el FMI en el 2021, una buena cosecha, la recuperación de la industria y algo del consumo incentivado en algunos casos desde el Estado (previaje), alcanzaron para una recuperación de la actividad mayor a lo previsto.  

DIJIMOS Toda proyección económica de este año estará signada por dos variables que no están vinculadas a lo económico específicamente: La evolución de la pandemia y las elecciones de medio término.   PASÓ Como consecuencia de una buena campaña de vacunación, la pandemia no afectó significativamente la actividad productiva por lo que el crecimiento del año fue superior al esperado.

Las elecciones solo tuvieron un efecto en el mayor gasto financiado por emisión. De todas maneras, el déficit fiscal fue menor al esperado a principios de año.  

 DIJIMOS Según ha sucedido en otras oportunidades donde el kirchnerismo ha gobernado, los controles sobre los precios y el tipo de cambio se hacen más férreos en los meses anteriores de las elecciones con el objetivo de lograr un ambiente más benigno en materia económica. El control de la inflación será un objetivo central para que los salarios puedan recuperar algo de lo mucho perdido desde el 2017 y, a falta de reformas estructurales, la estrategia será “pisar precios, tarifas y dólar” lo más que se pueda para llegar a las elecciones.  

PASÓ Se tomaron las medidas que anticipamos, pero a pesar de los esfuerzos del gobierno, la inflación superó todas las expectativas dejando un efecto arrastre para el 2022 muy preocupante. La recuperación salarial no se produjo, solo algunos gremios le “empataron” a la inflación. La gran mayoría perdió, en especial los sectores de trabajo informal.  

DIJIMOS Habrá algunos vientos que soplarán favorablemente para la economía, pero en un contexto de altísima incertidumbre y desequilibrios estructurales sin resolver. A lo más que puede aspirar el gobierno es llegar de manera prolija a las elecciones de medio término y después, de acuerdo a su resultado, ver qué se puede hacer para reencauzar genuinamente a la economía.  

PASÓ Con viento de cola por los buenos precios internacionales de nuestros productos exportables el gobierno llegó a las elecciones con una economía muy precaria pero funcionando.  

DIJIMOS A la fecha que escribo estas líneas no se conoce cuál será el plan o la estrategia del gobierno para resolver los problemas económicos de la Argentina.  

PASÓ Todavía estamos sin saberlo. La concreción del acuerdo con el FMI podría marcar un sendero en este sentido.  

 DIJIMOS Aunque no estamos exentos de lo que sucede en el país, el 2021 puede ser un año muy positivo para la región si las condiciones macroeconómicas comienzan a estabilizarse.

  PASÓ Aunque seguimos esperando mensajes más alentadores a mediano y largo plazo, la región mantuvo un interesante ritmo de crecimiento. En nuestro caso, apalancados por algunos sectores industriales y las empresas vinculadas al agro.  

 DIJIMOS La construcción puede tener un buen año si siguen traccionando las obras privadas y la gente de campo decide invertir sus excedentes en el sector aprovechando los buenos precios internacionales.  

 PASÓ La construcción creció en el ámbito público con obras financiadas por la nación. En lo privado solo siguieron traccionando las obras de baja escala o individuales. Las incertidumbres que presenta la economía han provocado un ralentamiento en las inversiones inmobiliarias en la ciudad y el país.  

LO QUE VIENE EN EL 2022

Según lo que informa el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central (enero 2022), esto es lo que pronostican los principales economistas de la City para este año:  

Inflación                                              55%  
Dólar                                                $160 (dic 22)  
Nivel de actividad                            + 3%  

 Los principales analistas económicos del país observan una economía con un crecimiento menor al año pasado, una tasa de inflación superior al 2021 y con un dólar oficial que se devaluará por lo menos en igual medida que la inflación del período.  

NUESTRO COMENTARIO

Al momento de escribir estas líneas se hace muy difícil proyectar lo que pueda suceder en el año debido a la incertidumbre política en la aprobación legislativa del acuerdo con el FMI. Entiendo que el gobierno hará los esfuerzos necesarios para lograrla antes de los fuertes vencimientos que debe afrontar en marzo con el organismo internacional. El entendimiento anunciado por el presidente a fines de enero incluye una serie de pautas que debe cumplir el gobierno en los próximos dos años y medio. Las metas para el 2022 tienen alta probabilidad de cumplimiento, pero surge la duda en lo que pueda suceder en el 2023, un año de fuerte contenido político. De todas maneras, este acuerdo no resolverá las incertidumbres que acechan a nuestra economía y que se irán despejando con el tiempo en la medida que el gobierno (y los futuros) comiencen a implementar políticas más racionales en materia económica.  

Viene más ajuste
Más allá que se lo imponga el FMI, existe una decisión en el gobierno de avanzar sobre los subsidios económicos a las tarifas. Es que cuando uno analiza el mapa del gasto público, sería el único punto sobre el que habría margen para ajustar, ya que las jubilaciones, subsidios sociales y salarios han sido licuados en estos últimos años como consecuencia del proceso inflacionario iniciado en 2018. La clase media será nuevamente el foco donde apuntarán las medidas de ajuste en relación a las tarifas de los servicios públicos. El aumento de impuestos se haría inviable por las limitaciones que ponen la oposición y la fuerte presión tributaria existente.  

El nivel de actividad
Según pronostican los principales analistas y el mismo FMI, el crecimiento del PBI de la Argentina estaría rondando el 3% este año por encima del promedio de la región, Guzmán basa el cumplimiento del acuerdo en esta premisa y cree que el crecimiento del PBI puede llegar al 5% este año. Una apuesta arriesgada del ministro. Esto va a depender en gran medida del precio de nuestros commodities, la consolidación de la recuperación industrial, una sensata gestión de las finanzas públicas por parte del gobierno y el mejoramiento del clima político. Las empresas argentinas están muy baratas en dólares y muchas de ellas tienen un alto valor potencial en los mercados internacionales, lo que podría provocar un importante ingreso de inversiones en un contexto de más estabilidad y confianza.

Consumo sin aliento
Con inflación alta es muy difícil que los salarios le ganen a esta. En los últimos 4 años se produjo una pérdida de más del 20 % promedio en el poder adquisitivo de los salarios formales y un porcentaje mayor en los informales. Solo en el 2021, el consumo cayó un 2%. El problema es que la inflación le “sirve” al gobierno para licuar gastos del estado, recaudar el impuesto inflacionario y achicar en forma real los pasivos del banco central en pesos. Con una inflación proyectada por encima de la producida en el 2021, será difícil lograr la recuperación del salario en el 2022 y por ende del consumo también.  

 El dólar que siempre está

La moneda americana seguirá siendo el termómetro de la confianza en nuestra economía. Nada hace pensar que vamos a una unificación del tipo de cambio, pero el gobierno tratará de achicar la brecha con los dólares alternativos. Esta situación ha descontrolado el sistema de precios relativos y afecta a la producción y proyección de las inversiones productivas. La evolución de los dólares libres estará signada por lo que ocurra con el acuerdo del FMI. Es muy factible que se acelere la devaluación del dólar oficial y acompañe a la tasa de inflación este año.

En síntesis
La concreción o no de un acuerdo con el FMI es importante, pero no es lo único relevante que va a influir en la economía del 2022. Los precios de los commodities que exportamos, la política monetaria y fiscal, y también el ambiento político, serán determinantes en la posibilidad que nuestra economía crezca este año. Las posibilidades de crecimiento son muchas y quizá en mayor proporción a la que los analistas y el FMI proyectan, pero esto no impactará en mayor bienestar de los argentinos si la inflación sigue alta. Transcurrieron 4 años del inicio del proceso devaluatorio iniciado en el gobierno de Macri y el ajuste que recayó en los ingresos ha sido fenomenal. Hoy en dólares los ingresos de los argentinos representan un tercio de lo que se ganaba en el 2017.  

Aunque perjudica a muchos, el gobierno necesita de la inflación para licuar deuda en pesos y seguir ajustando de manera indirecta a través del impuesto inflacionario. Será por eso que no se fijó una meta explícita en esta materia con el FMI. El mayor logro del gobierno actual o futuro será estabilizar la economía, base fundamental para un crecimiento con desarrollo, más justo y ordenado.

Lamentablemente no creo que esto suceda en el 2022. El de Fernández es un gobierno con pocos recursos, poder político limitado y muchas restricciones… el peor de los mundos para un gobernante.  

CR. ALBERTO COSTA

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