El corazón de las pymes

El verdadero motor que impulsa a las PYMES al logro de los objetivos, y a quienes forman parte de ellas, es una combinación del estado de motivación general, la dinámica de trabajo del equipo y el ejercicio de un liderazgo eficaz. 

Motivación: 
Si nos preguntamos por qué trabajamos, la primera respuesta que aparece en la mente es por el dinero. Sin embargo, detrás de esa frase se encuentran otros "porqués" como aprender, crecer, mejorar la situación personal, la familia, el prestigio o la pasión.

Siguiendo a Maslow, el trabajo es una fuente de satisfacción de las necesidades:
•    Fisiológicas
•    Seguridad
•    Sociales 
•    Estima
•    Autorrealización

A través del salario, condiciones, relación con los compañeros y/o superiores, reconocimiento y posibilidades de crecimiento. 
Por lo tanto, la motivación no se trata solo de ofrecer un buen sueldo, sino también de generar un clima a nivel personal positivo y con oportunidades de desarrollo profesional.

Equipo: 
Los equipos de trabajo son fundamentales debido a que permiten aumentar la productividad, fomentar la innovación, mejorar la calidad y crear un buen clima. El desafío para transformar un grupo en un verdadero equipo de trabajo está en lograr el compromiso con el propósito en común, encontrando la alineación de las metas personales con los objetivos de la organización.

Para desarrollar un equipo eficaz es necesario contar con:
•    Objetivos Claros: Determinados específicamente, con unidades de medida y horizonte temporal.
•    Roles y Normas Definidas: Los miembros deben conocer las distintas funciones y reglas establecidas.
•    Perfiles Acordes: Los integrantes deben poseer las habilidades, conocimientos y experiencias que el rol a ocupar requiere.
•    Cohesión: Debe existir la unión, respeto, confianza, colaboración y una comunicación efectiva.
•    Capacidad para Resolver Conflictos: Si bien a primera instancia parece negativo, los conflictos terminan siendo una cuestión natural dentro de los equipos, y si se pueden solucionar de manera adecuada, tienen un aspecto positivo reforzando la funcionalidad del equipo.
•    Complementariedad e Interdependencia: Cada miembro da su opinión, ideas y aportes, aceptando las diferentes visiones de los demás integrantes.

Liderazgo: 
Un buen líder es como un buen Entrenador/Técnico, no es solo el rol de quien da órdenes, sino quien es capaz de tomar decisiones estratégicas, e inspirar y generar un ambiente donde todos se sientan incentivados.

Su puesto como estratega requiere analizar el entorno y las capacidades internas de la organización para poder establecer cursos de acción inteligentes y flexibles que permitan la eficacia y eficiencia.

Su función como facilitador es identificar el talento de cada uno de los miembros del equipo, impulsar a cada uno a dar lo mejor, y desarrollar una estructura, procesos y tácticas que permitan la ejecución de la estrategia. Para esto debe fomentar:
•    Colaboración y Confianza: Para que todos se sientan cómodos, tanto pidiendo como otorgando ayuda y compartiendo sus ideas.
•    Comunicación Clara y Transparente: Para que el equipo pueda resolver situaciones conflictivas, esté alineado con los objetivos y se sienta parte del proyecto.
•    Autonomía, Responsabilidad y Pro-actividad: Para inspirar, delegar y crear un equipo comprometido.
•    Aprendizaje y Mejora Continua: Para que todos estén predispuestos a adquirir nuevos conocimientos y habilidades; así como también tengan una actitud favorable a los cambios y a nuevas formas de hacer actividades.
•    Celebración de los Éxitos: Para reforzar la motivación a través del reconocimiento creando sentimientos de orgullo y pertenencia.

En el corazón de toda PYME exitosa laten la motivación, el equipo y un liderazgo inspirador. El talento individual es importante, pero no es suficiente para alcanzar los objetivos si no se combina con un buen trabajo en equipo y una estrategia inteligente guiada por un líder visionario.

Esp. L.A. Hernán Beltramino
Gap Asesores
Consultor. Docente Universitario