En momentos de tanta incertidumbre e inestabilidad como el actual, resulta clave para la pyme contar con la participación externa o interna, de dos roles como lo son: el del controller y el del auditor. Roles que definitivamente se complementan entre sí y que realizan una labor de gestión conjunta para que la información sea veraz, adecuada y objetiva en todo momento, pero qué a su vez, poseen enfoques diferentes y que es necesario diferenciar.
El controller está en capacidad de supervisar todas las actividades de la operatoria, específicamente aquellos procesos y aspectos críticos qué, a través, de la definición de una estrategia, facilitan la consecución de objetivos. El controller a diferencia del auditor es parte de esos procesos y de la gestión de la empresa, desarrollando procesos continuos de análisis de la organización, a diferencia del auditor que los evalúa como una labor independiente, realizando muestreos puntuales de la gestión para hacer una valoración periódica.
De lo anterior se desprende qué, el controller posee una panorámica amplificada del entorno estratégico, táctico y operativo de cualquier tipo organización. Siendo una de sus funciones, proponer cómo hacer un mejor uso de los recursos disponibles y acompañar en el día a día a la empresa en dicha campaña; analizando las vías más apropiadas para hacerlo, y ayudando en la toma de decisión.
El rol del controller resulta de gran ayuda frente a la necesidad de la optimización de los procesos y operaciones de la empresa, puesto que no solo analiza las posibles desviaciones en los procesos o los errores que puedan surgir a la hora de su implantación, sino que es un partícipe activo de su desarrollo. Lo anterior potencia la capacidad distintiva del controller de poder contar con un profundo conocimiento del negocio y del sector en el que se desarrolla la organización. En cambio, en el auditor dicha capacidad, no es exigible para desempeñar su actividad.
El controller y al auditor tienen la misma responsabilidad frente a la necesidad de cualquier organización de contar con información confiable y veraz, pero desde diferentes enfoques. El controller, desempeña tareas específicas previas al proceso de auditoría, buscando que dicha información se ajuste a las necesidades de la estructura organizacional. Con lo cual, el auditor termina analizando la actividad realizada por el Controller, tomando como referencia los principios y normativas definidas por la organización. Sería un error por lo tanto pensar en la actividad de ambos, como un conjunto.
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