A semanas de cerrar un 2022 “no electoral”, el año que viene se presenta con la mixtura de seguir implorando por mejoras económicas al mismo tiempo que la catarata de elecciones regarán la patria para elegir todos los cargos, desde presidente hasta tribunales de cuentas de los pueblos más pequeños. Todo se define en el 2023 y marcará el futuro político del país para los próximos 4 años.
Cada elección, municipal o provincial, configurará el escenario para la gran batalla electoral nacional en los meses de octubre y noviembre (si hay balotaje). En un país “hiper-presidencialista”, la elección de un nuevo primer mandatario llevará la disputa política hasta que se escrute el último voto. Nadie regalará nada, al contrario, oficialismo y oposición tirarán toda la carne al asador (ojalá que en el marco del sistema democrático, sin violencia y en paz) para conducir los destinos de Argentina hasta diciembre de 2027.
Ahora, a un año de las elecciones, ¿quiénes son los posibles candidatos a presidente del Frente de Todos, Juntos por el Cambio y otros espacios opositores de izquierda y derecha? ¿Quiénes son los dirigentes que desfilarán por los canales de televisión criticando al oponente o -en el menor de los casos- lanzando propuestas de campaña? ¿Quiénes llegarán hasta la batalla final? ¿Y quiénes quedarán en el camino? ¿Habrá lugar para terceras opciones, que rompan con la grieta? Algunas preguntas -tal vez- tienen aproximaciones de respuestas, otras se develarán a medida que el barco se adentre en aguas profundas. Sí, vale la pena animarse. Busquemos aproximarnos a posibles escenarios y candidatos. A saber…
En el Frente de Todos, la apuesta principal hoy es Sergio Massa. El oficialismo busca ordenar el desmadre económico de los últimos meses para llegar con chances al balotaje (ganar en primera vuelta, a esta altura, sería una hazaña política que no anuncia ningún analista ni encuesta seria). El ministro de Economía fue la última carta para relanzar la gestión y encontrar un candidato. Si falla, la única alternativa será Cristina Fernández de Kirchner, líder del espacio político y figura central en estos tiempos de la política argentina. Hay gobernadores u otros dirigentes del peronismo que quieren subirse al tren, difícil por el menor nivel de consenso y exposición pública. Hoy es Massa o Cristina. Ni siquiera Alberto sale en la foto. Su figura está tan devaluada como el peso argentino.
En Juntos por el Cambio, el abanico de candidatos es muchísimo más amplio. Por eso, la oposición defiende las Primarias. Es la única herramienta que les permite dirimir las internas. Por el contrario, el oficialismo las quiere suspender o suprimir ante una menor oferta de nombres (además el peronismo nunca las utilizó, siempre definió con la lapicera las listas). En el Pro, hay cuatro candidatos: Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. En la Unión Cívica Radical (UCR), al menos tres: Facundo Manes, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales. ¿Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, lo intentará una vez más? Si hay Paso, la resolución de las internas será saldada con los votos. Si no hay Paso, la negociación no será tan sencilla y puede haber fracturas internas.
El gobernador Juan Schiaretti pretende liderar un espacio “antigrieta”, con sectores del peronismo, radicalismo y hasta macristas no cobijados por sus partidos. La derecha extrema tendrá en Javier Milei su representante más evidente y la izquierda troskista tiene opciones como Myriam Bregman o Christian Castillo.
Las elecciones municipales o provinciales, como decíamos al inicio del comentario, terminarán configurando el escenario para la gran elección nacional. Dejarán indicios sobre lo que termine sucedido tanto en las Primarias (si no se suspenden) como en las generales presidenciales. La Casa Rosada se prepara para recibir un nuevo Presidente. Todavía falta un año. Ya hay nombres, faltan ideas.
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