Como asesor y especialista en marketing, siempre estamos tentados a hablar de tendencias, de lo que se viene, de cómo cambiará el mundo del marketing en los próximos años. Nos encanta hablar de “ese futuro que ya llegó”, que implica que cualquiera de nosotros ya puede usar, por ejemplo el Chat GPT, -que ya contaremos más delante de qué va eso- o del ya famoso (y muchas veces inentendible) metaverso.
Pero me encuentro en contarle lo que viene, lo que depara el futuro a los empresarios y comerciantes de la región, con una realidad-país, y muchas veces global, que conlleva una “diaria” que no nos deja levantar la cabeza del suelo. Inflación, índices de desempleo, pobreza y todo lo demás que no es necesario listarlo aquí, que requieren para la gestión de la empresa, unas habilidades mas propias de la magia que de la capacidad empresarial.
Entonces el razonamiento puede ser para el empresario local: “Muy lindo todo lo nuevo, la tecnología, la inteligencia artificial y lo demás, pero si me pongo a ver e instrumentar “lo que viene” ¿quién me atiende el negocio? Me fundo”.
Si bien eso es bastante cierto, la paradoja es que, si hace lo que decimos más arriba, va a tener problemas. Mas tarde o más temprano, también puedo casi asegurar que, las innovaciones lo sacarán del juego. Vendrá otro que sí mirará cómo implementar Inteligencia Artificial y lo hará mejor, más rápido, más barato o de un modo simplemente más novedoso -como le suele gustar al mercado- y entonces lo empezarán a elegir a él y habremos llegado al mismo lugar.
La respuesta a la pregunta entonces es ¿A qué le presto atención? La realidad es que no hay tal elección.
Es actuar en el hoy y pensar en el mañana. Algo que a los argentinos nos pega bastante mal, porque estamos acostumbrados a lógicas empresariales que ya forman parte de nuestra cultura y que nos dicen: “En este país no se puede planificar”, “Acá no se sabe qué va a pasar mañana”.
Solo que ahora el pensar en el mañana es imprescindible porque, aunque en nuestro país haya cosas que no han cambiado mucho, en el mundo ha cambiado todo.
No vamos a hablar demasiado en esta nota de la gestión del hoy. Sólo decir que, en términos de marketing, el hoy ya no son las redes sociales tradicionales, la página web o el e-commerce, todo eso lo podemos considerar parte del pasado. El hoy camina hacia nuevas redes sociales, que interpretan mejor la cultura de las nuevas generaciones como Tik Tok y Spotify, de las conocidas, pero también Telegram, Twich y el mundo del streaming, entre otras cosas que a veces ni escuchamos nombrar y que tienen enormes comunidades participando ahí, “viviendo” sus vidas digitales y sus consumos, y todo el tiempo se llevan la atención de nuestros públicos mientras nosotros seguimos haciendo, quizás, lo mismo que hace tiempo.
El futuro del marketing, no obstante, va mucho más allá de eso o es una exacerbación de lo que empezamos a ver hoy. Por ejemplo, la inteligencia artificial, citando sólo como un tip de ésta al Chat GPT, una plataforma gratuita de inteligencia artificial que ya permite escribir textos de lo que sea y muy útil para muchas áreas de publicidad y marketing. O la Web3 que ya se la considera como la futura revolución del marketing porque que convertirá a Internet en una plataforma descentralizada y mucho más colaborativa.
Todo esto, todo, puedo asegurarles, definirá la forma en que se fabricarán productos y servicios, y en cómo se comunicarán y venderán. Sería un milagro que no “nos pegue”. Aún que seamos los únicos fabricantes artesanales de un producto raro y exclusivo.
¿Entonces qué miramos? ¿La inflación o el metaverso? En la práctica, no hay elección.
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