Adiós vacaciones, tiempo de política

Las vacaciones estivales lentamente van quedando atrás, con registros de ocupación altísimos en los principales centros turísticos del país durante enero y febrero. Se abre ahora una nueva etapa en la Argentina: llegan tiempos de definiciones en materia política de cara a las elecciones en todos los planos.


Como era de esperar, y como se escribió en estas mismas columnas gráficas y digitales, el Mundial de Fútbol, las fiestas de fin de año y las propias vacaciones de verano relegarían la actividad político-partidaria para momentos en los cuales la población estuviera más proclive a la receptividad de los mensajes de la clase dirigente. Y hablo de “clase” porque -en términos generales- los actores siempre son los mismos, independientemente del espacio político que representen. La renovación no es una cualidad de la dirigencia argentina; a decir verdad, en casi ninguno de los sectores hay demasiados cambios de nombres.


Estas definiciones no solo incluyen candidaturas, sino también acuerdos intrapartidarios y extrapartidarios para afrontar una etapa signada esencialmente por la actividad electoral. En algunas localidades de Córdoba se votará hasta cinco veces, sumando comicios municipales, provinciales y nacionales. Lo mínimo serán cuatro. En cada jurisdicción habrá tensiones hasta último momento. Escucharemos pocas propuestas y muchísima “rosca”. Los proyectos no suelen ser el fuerte de los dirigentes. Les gusta más la interna, acuerdos y desacuerdos, que le permitan posicionarse primero hacia adentro y luego, si lo consiguen, mostrarse como alternativa hacia el afuera pero sin saber demasiado el para qué ni el cómo.


Durante marzo, máximo abril, el gobernador Juan Schiaretti anunciará la fecha de elecciones provinciales. Antes habrá algunos comicios municipales como en la ciudad de Hernando (12 de marzo). Esta fecha determinará las elecciones, por ejemplo, de Villa María, ya que la Carta Orgánica Municipal (COM) prohíbe adosarla a cualquier elección de índole provincial o nacional. El resto de los municipios decidirá sobre la marcha si adhiere o no la convocatoria del gobernador.


Aquellos gobernados por peronistas alineados al Panal seguramente lo harán de manera automática; radicales negociarán la conveniencia con el candidato elegido para pelear por la gobernación; y los vecinalistas preferirán mirar el partido de afuera, a la espera de resultados que les asegure treparse al carro del ganador.


Martín Llaryora será el candidato del peronismo cordobés; Luis Juez o Rodrigo De Loredo encabezarán la fórmula opositora cambiemita; y Martín Gill u otro dirigente K podrían sumarse a la contienda con el sello del Frente de Todos. De esos nombres surgirá el nuevo gobernador de Córdoba. No habrá sorpresas. El escenario provincial resulta previsible en nombres, incierto en el resultado. Todas las encuestas dan paridad pese a la enorme ventaja en tiempos políticos, de gestión y de publicidad que el candidato oficialista le sacó al resto de los posibles candidatos que navegan en la indefinición.


En Villa María, para citar el caso de la ciudad cabecera del departamento San Martín, hay varios precandidatos a intendente confirmados y otros tantos por confirmar: a saber, ya han lanzado su postulación o mencionado intensiones Rafael Sachetto, Pablo Rosso y Carlos Pizzorno (gillismo); Juan Pablo Inglese (accastellismo), Marcos Bovo (schiarettismo); Darío Capitani (Pro); Felipe Botta y Gustavo Bustamante (UCR); Giselle Machicado y Guillermo Lorenzatti (Frente Cívico); Manuel Sosa (Uniendo Villa María); Gustavo Soria (Liberdad Avanza); Alejandro López (Encuentro Vecinal Córdoba); y Misael Ogas (FIT). Otros posibles: Eduardo Accastello, Nora Bedano, Juan Zazzetti, Carlos Giliberti, Luis Negretti, Luis Caronni y la lista sigue abierta. De todos ellos, uno será intendente hasta 2027.


En el plano nacional los nombres son muchos, en el Frente de Todos, en Juntos por el Cambio y en el resto de las fuerzas de derecha e izquierda. En junio cierran las listas. Son meses de rosca, de Pascuas y de política. A esperar definiciones.
 

Martín Alexis Alanis.

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