Alimentos circulares

Las dos comparten su pasión por la microbiología y los microorganismos, Agustina Ponso es Biotecnóloga y Carolina Almirón, Ingeniera Agrónoma, ambas se asociaron y crearon un emprendimiento novedoso. Puntocom es un emprendimiento de producción de alimentos y compostables. Tiene una doble función: generar alimentos y además es amigable con el medio ambiente. Es un pequeño negocio de economía circular.

Puntocom tiene dos aristas, se enmarcan en la producción de hongos comestibles y en compostar con lombrices los residuos que queden de la producción.

Venden kits de autocultivos. Son cajas con inoculado de gírgolas para que cada uno las pueda abrir en su casa y cosecharlas. Llevan a cabo la producción en un espacio especial para tal, pero la idea que tienen es acondicionarlo para poder hacer un cultivo de gírgolas frescas y venderlas. Asimismo, están trabajando en la posibilidad de comercializar el lombricompuesto que se genera con todos los sustratos agotados de la producción de gírgolas. Ahora se dedican a recuperar los desechos de la agroindustria para formar el sustrato en donde van a crecer los hongos.

Con alma emprendedora, pero atentas a los microorganismos y el medio ambiente es que surgió este proyecto. “Empezamos a ver que en los desechos domésticos se podían cultivar los hongos, que son altamente nutritivos y saludables. Entonces nos encantó la idea de, por ejemplo, reutilizar la yerba que sacamos del mate y armar nuestro propio sustrato para cultivar. A partir de allí lo empezamos a pensar con un tinte más serio a modo de emprendimiento. Por suerte conseguimos un lugar para establecernos, para llevar a cabo nuestro proyecto”, dijo Agustina.

Puntocom es parte de la incubadora de empresas de la Universidad Nacional de Villa María y AERCA, se inscribieron para incubar el proyecto que era tan solo una idea e hicieron el trayecto de la incubadora para darle seriedad y forma al emprendimiento.
Están proyectando el dictado de talleres para que la gente pueda hacer su propio set. “La idea es brindar acá los kits, darles los insumos y el conocimiento. Las semillas o el inóculo inicial para que la gente pueda cultivar en su casa, además de agregar variedades, no solo de gírgola sino otros tipos de hongos comestibles o medicinales”, indico Carolina.

Ya comenzaron a trabajar para acondicionar el lugar para la producción y obtener las habilitaciones correspondientes para comercializar las gírgolas frescas y que se puedan encontrar en cualquier verdulería.

En cuanto al lombricompuesto la idea es también acondicionar el espacio para su producción. El objetivo es la producción de alimentos o la autoproducción de alimentos y poder tener suelos saludables o acompañados con algún lombricompuesto.

Particularmente el que ellas comercializan nace del desecho de los hongos, viene de un proceso previo que aporta beneficio a los suelos y genera cultivos de mayor calidad.

Hoy venden a través de las redes sociales. La idea es que con el aumento de la producción sus hongos se puedan encontrar en dietéticas o en viveros. Gírgolas frescas en verdulerías, deshidratadas en dietéticas.

El proyecto está planteado dentro de la economía circular tratando de generar la menor cantidad de desechos posibles. Porque la producción de hongos se hace recuperando residuos para la industria, o en este caso, domésticos. Se usa para producción de alimentos saludables, reduciendo la cantidad de desechos, y por otro lado, el residuo en donde crecen los hongos también se puede recuperar y usar para alimento como lombricompuesto que también sirve para aplicar en la huerta.

Se rigen por una motivación socio ambiental, poner en agenda la alimentación saludable que es facilitada por la producción de hongos y la calidad nutricional propia que tienen.