Cosechando nueces

Con el objetivo de hacer más eficiente un segmento del mercado agrícola y generar un emprendimiento propio, Marcelo Primo diseñó maquinarias destinadas a optimizar el proceso de producción de la industria nogalera y de frutos secos. Para ello creó: Diseño y Fabricación de Maquinarias (Dyfma), su empresa.

Este invento no solo aumenta la eficiencia en las cosechas, sino también mejora la calidad del fruto y reduce los costos operativos para los agricultores. Durante los 12 años que tiene su empresa diseñó y desarrolló una cosechadora y una peladora para nueces.

Una conversación fue el disparador para que surgiera una idea y de allí montar una empresa que no ha parado de crecer y que tiene un futuro prometedor. Lo acompañan en su emprendimiento, Franco Diaz, su socio. Los dos pudieron lograr un profundo conocimiento sobre los desafíos que enfrentan los productores de nueces.

Los inicios 
Empezó solo en un galpón prestado. Trabajaba en una empresa y un día hablando con un cliente del sector le contó que no había maquinarias para la cosecha de nueces. Marcelo había estudiado ingeniería mecánica y a pesar de no recibirse tenía conocimientos bien definidos. Sin saber nada del mercado de los frutos secos le pareció interesante diseñar alguna maquinaria.

Solo tenía la idea y se propuso desarrollarla. Viajó a visitar un grupo de productores en Catamarca y La Rioja. “Empecé a tener contactos con el INTA y con instituciones de este tipo que me fueron abriendo puertas. Me dieron un listado de productores y los fui a visitar uno por uno con un prototipo para probar. Además, armé junto a la institución reuniones con productores”.

“Pude ver cómo muchos agricultores luchan con métodos tradicionales que son poco eficientes y laboriosos. Decidí investigar y buscar una solución que no solo facilitara su trabajo, sino que también les permitiera obtener mejores resultados”.

“De ahí surgió la cosechadora, hice un prototipo y salí a vender puerta por puerta con poco más de 20 años y una familia a cargo. Fue difícil al principio, pero tuve el apoyo de mi padre y mi pareja que estuvieron desde el primer día”. Recuerda que en tiempos de cosecha salía con cinco o seis máquinas en un carro para vender.

De conocer el mercado y visitar productores entendió que lo que faltaba era otra máquina para completar el proceso y fue así que se asoció con Franco Díaz y diseñaron la peladora de nueces. Producto éste en el que son especialistas y únicos. Fueron profesionalizándose e incorporando personal y dividiendo la empresa en áreas.

De a poco iban conociendo el mercado y descubriendo que no solo se cosecha nuez de castilla sino también de pecan y otros frutos secos, como almendras y avellanas.

Hoy son referentes en el mercado y una de las tres empresas nacionales que atienden el sector.

La nueva máquina combina varias funciones esenciales en un solo equipo: desde la recolección hasta el procesamiento inicial de las nueces. Con tecnología avanzada, permite clasificar y limpiar las nueces automáticamente, lo cual reduce significativamente el tiempo necesario para estas tareas. Cosecha y pos cosecha.

Las provincias del país en donde se cosechan nueces son Catamarca, La Rioja, Mendoza, Tucumán, Salta, Neuquén, Río Negro, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba. Siempre apuntaron a pequeños y medianos productores, y hoy venden en todos esos puntos. Están exportando a Uruguay y Brasil, a productores de nueces pecan.

Han recibido apoyo de programas locales y son parte de la Nave emprendedora del PILT. Uno de sus mayores retos es lograr que este avance llegue a todos los rincones donde se cultivan nueces; por ello establecieron una alianza estratégica con Martín Basso, quien es un referente en el mercado de las nueces pecan.

Con planes ambiciosos hacia adelante y una visión clara sobre cómo mejorar la producción, Marcelo sigue trabajando y ahora están intentando ingresar al mercado peruano con una línea de pelado más automatizada.