El Frente de Todos y Juntos por el Cambio, en el plano nacional y provincial; y Hacemos por Córdoba, solo en el plano provincial; viven momentos de fuertes internas en el inicio del año electoral. A la vez, también se escuchan permanentes declaraciones en post de alcanzar la unidad y evitar la dispersión dirigencial que favorezca al rival de turno en las urnas.
En el oficialismo nacional, tras casi cuatro años de internas feroces y casi diarias, el presidente Alberto Fernández aceptó conformar una mesa política con todos los sectores y ya convocó a la primera reunión para el próximo jueves 16. En tanto, en la oposición nacional, las fuertes internas en las provincias obligaron a un encuentro de urgencia (el pasado lunes) para intentar bajar la tensión en los distritos más conflictivos, caso Córdoba y Mendoza, que amenazan con impactar en el armado nacional.
En la provincia, tal como venimos relatando en estas columnas, el “juecista” Luis Juez y el radical Rodrigo De Loredo no se ponen de acuerdo en el método de selección de candidatos y la indefinición genera incertidumbre en las semanas previas a la convocatoria de elecciones, que el gobernador Juan Schiaretti maneja con precisión quirúrgica.
Finalmente, en Hacemos por Córdoba, que aparenta navegar en aguas calmas, ya con Martín Llaryora lanzado como candidato a gobernador, puertas adentro hubo reclamos de los llaryoristas para que el primer mandatario cordobés llame a elecciones en abril o mayo y además para que habilite las re-relecciones de intendentes. Schiaretti no dio el brazo a torcer y dejó en claro que el poder político lo sigue administrando al menos hasta el 10 de diciembre.
Sobre el tema habló el vicegobernador Manuel Calvo en Villa María, en su visita al Anfiteatro para entregar fondos a la organización del Festival Internacional de Peñas. “Vamos a cumplir la ley vigente, tal como lo dijimos a principios de año cuando se generó toda una polémica sobre cambios de fechas y demás. Córdoba es una provincia que da certezas, da reglas de juego claras y las reglas son para todos iguales. La Ley Electoral establece que, para poder convocar a elecciones con un periodo de anticipación de 90 días, hay un periodo de 180 a 60 días antes de la expiración de mandato. En ese periodo el gobernador determinará la fecha indicada. Vamos a respetar la ley”.
Calvo apoyó la candidatura de Martín Llaryora en un territorio que aún no define si se suma o no a la campaña del sanfrancisqueño. La pregunta concreta es: ¿Martín Gill se incorpora al armado de su tocayo, con quien habla casi a diario? ¿O patea el tablero y juega con el Frente de Todos provincial, que apenas es un rejunte de voluntades sin ninguna posibilidad de alcanzar nada?
Para el gillismo, sus propios votos (los de Villa María y aquellos en localidades donde intendentes responden al kirchnerismo) valen mucho en un contexto de paridad. Para el peronismo provincial, esos votos se dividen y no representan un diferencial. Más allá de las conveniencias o no, por estas horas hay diálogos permanentes entre Llaryora y Gill para alcanzar la unidad. El punto de conflicto estaría en la política nacional de mediano plazo, de cara a las presidenciales. El intendente de Villa María le reclama a Llaryora “libertad de acción” para los jefes comunales en post de trabajar en la candidatura del Frente de Todos (más allá del nombre); mientras que Hacemos por Córdoba se encolumna detrás de la candidatura presidencial de Schiaretti, sin fisuras.
En la ciudad, esta semana, se registraron dos actos importantes que marcan el termómetro político de lo que viene. Mientras la mayoría disfruta del recorrido peñero y el Festival de Peñas, la dirigencia comienza a sentar los primeros pasos de una larga campaña y negociaciones durísimas que se extenderán hasta el cierre de listas. A saber, el miércoles estuvo María Eugenia Vidal, la actual diputada nacional y exgobernadora de Buenos Aires; y el jueves el mencionado Calvo.
Con el armado del Pro local, con Darío Capitani a la cabeza, convocó unas mil personas en el Teatrino del Subnivel, un número más que interesante en tiempos estivales y fuera de cualquier contexto electoral. Además se anuncia la presencia para las semanas venideras de los presidenciables con mayores intenciones de votos, según todas las encuestas: Horario Rodríguez Larreta (sería en dos semanas) y Patricia Bullrich (en un mes).
Como señalamos en el inicio de la columna, Juntos por el Cambio vive momentos de tensión política en el armado nacional y también en varios distritos, y sobre este punto habló Vidal en rueda de prensa: “Somos una coalición que está cumpliendo 8 años, la coalición de más tiempo desde el regreso a la democracia, que ha gobernado, ha perdido, ha ganado, que se ha mantenido unida y fue el límite al kirchnerismo en estos tres años para que no se llevaran puesto la Justicia, el Congreso, la libertad de expresión. Eso no va a cambiar ni antes ni durante ni después de las Paso. Seguirá siendo así. Habrá diálogo entre todas las fuerzas para tener la mejor oferta electoral posible. Si no hay acuerdo, habrá competencia, para eso están en las Paso y deberían estar todo el país”.
Por ahora, y pese las durísimas internas de las coaliciones mayoritarias, los discursos caminan en el mismo sentido, en pregonar la unidad. Por ahora con un costo altísimo. Ningún espacio político supera el 35% de los votos para una primera vuelta. El ciudadano vivió el fracaso macrista del periodo anterior y mira con espanto las internas actuales del kirchnerismo, que trae consecuencias en la economía diaria (un 5% de inflación mensual). La sociedad dará su veredicto durante 2023 en todas las elecciones.
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