Milei: ¿es el candidato de Cristina?

“Esos que andan diciendo que la casta tiene miedo, si no te tenemos miedo…” fue una irrefutable referencia que hizo la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner hacia el candidato presidencial de derecha, Javier Milei, y que provocó, en algunos consultores, el análisis de que lo estaba eligiendo como rival de su fuerza política, subiéndolo al ring como se suele ilustrar con términos boxísticos este tipo de estrategias, pero al respecto les propongo ir más lejos que esta primera y superficial lectura.
 Partiendo de la base de que los principales referentes de espacios políticos nacionales, Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, ya conocen que la base social que oportunamente los eligió, se encuentra hoy decepcionada de las gestiones que cada uno de ellos o sus espacios ejercieron, y es esta la principal razón por la que ambos renunciaron a la posibilidad de encabezar una candidatura presidencial, trataré de explicar sintéticamente el derrotero que forjó la candidatura del “libertario”, fenómeno social que por un lado lleva a la derecha argentina a tener un competidor que se registra aún más a la derecha de la que ellos mismos representan, y por el otro lado le presenta a la centroizquierda argentina tener un rival fuera de la lógica de la grieta que tan funcional le resultó hasta ahora. 


 Iniciaremos entonces recordando que Javier Milei no hace mucho tiempo atrás se hacía conocer en Argentina desde diferentes medios de comunicación, especialmente vinculados a la familia Eurnekian, una de las más ricas del país, a la que asesoraba en su empresa Corporación América, este grupo posee un fuerte vínculo con gobiernos peronistas, debido a que durante estas gestiones fue que este holding de origen armenio logró la obtención o extensión de concesiones muy importantes tales como la de la gestión de aeropuertos, explotación de hidrocarburos, la gestión de los corredores viales 4 y 8, entre otras prerrogativas. 


 A partir de cientos de minutos cedidos a Milei desde esos medios de comunicación de impacto nacional, es que logró primero dos bancas en el Congreso Nacional, para luego comenzar con su posicionamiento presidencial que viene a un ritmo y ocupando un espacio en el electorado conveniente al Frente de Todos de la vicepresidenta. 


 A ritmo, porque inicialmente logró un importante crecimiento, el que luego se moderó, hecho que ocurrió tras el lanzamiento de polémicas propuestas, tales como la venta libre y desregulada de órganos humanos, el libre uso de armas, nuevas privatizaciones, la flexibilización laboral extrema, lo que de manera concordante provocó un cambio de percepción de parte del electorado que simpatizaba con él. 


 Se plantea también que, ocupando espacios de conveniencia del partido oficialista, porque corrió por derecha a Juntos por el Cambio rompiendo su matriz de votantes, y ese golpe se asimiló dentro de esta fuerza de tal manera, que por un lado se evaluó su incorporación al espacio, mientras que por otro lado Patricia Bullrich, una de las presidenciales de este partido, tuvo que robustecer sus propuestas con un sentido más de derecha a los efectos de que el electorado no les continuara fugando, y sumo aquí también la aparición como precandidato a presidente del Gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, cuya postulación hoy le es funcional a la principal fuerza de oposición, debido a que contiene parte del electorado que está eligiendo al libertario en la provincia que gobierna, distrito que tiene un peso electoral cercano al 9% y que lo hizo ganador a Macri en el 2015. 


 “Es una elección atípica, de tercios” dijo hace pocos días Cristina, reconociendo expresamente que el líder de La Libertad Avanza está consolidado como seria opción en el electorado nacional para llegar a la segunda vuelta, pero seguramente algo más tranquila por saber, ¿y haber logrado? que por la aparición del libertario, ninguna fuerza opositora ganará la elección presidencial en primera vuelta.


 El escenario actual es el de los probables, el que seguramente ella prefiere, porque el candidato presidencial de su espacio que nuevamente elija en su calidad de gran electora, tendrá mejores chances de pasar al balotaje, considerando la escasa posibilidad que dispondría sin una tercera fuerza en competencia, debido al desfavorable contexto social, político y económico provocado por la mala gestión kirchnerista. 


 Considerando lo expuesto, es lógico y válido que entonces nos preguntemos: Javier Gerardo Milei, ¿es el candidato de Cristina?

Por Carlos W. Sicchar.

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