Una destilería para un gin de alta gama

“Encontramos un producto que nos une”, aseguran los creadores de Nórdico. Esa es una síntesis demasiado rigurosa que no va con el disfrute de un quehacer, una extensa charla de amigos y el periplo que demanda este proyecto.

Es necesario un repaso: Tres gin dominaban la escena en los últimos años; hoy le hacen frente más de 200 (casi 300) producciones nacionales.

Tres son los eslabones imprescindibles en esa cadena: producción, comercialización y consumidores.
Tres amigos se propusieron englobar todo en un producto que, desde Villa María, proponen para que los próximos días salga a ganar “la calle” en la ciudad, con proyección de llegar a todo el país.

Ramiro Ferreya y Mario Ledesma son de esos tomadores de gin que encajan en la categoría de catadores, degustadores, críticos, probadores de etiquetas que buscan y van apareciendo. Inquietos tomadores que se propusieron hacer su propio gin, con su propio perfil en cuanto a gustos. Por eso contactaron a un tercer amigo, Marcelo Conrad, de Córdoba, que ya había producido cerveza y vermut.

 Luego de algunas consideraciones que intercambiaron, ensayaron crear una bebida de perfil cítrico y herbal, por lo que el responsable de destilar, generó tres perfiles bien diferentes y se los envió para que probaran. Una especie de trampa y puesta a prueba de los conocimientos de quienes serían sus futuros socios. Una de esas muestras era la que realmente habían esgrimido como la querida. “Era la 2”, recuerdan al unísono y entre risas. Sabor definido.

“A partir de ahí, lo otro que definimos es que fuera un proyecto serio, hacerlo paso a paso y como corresponde, con las medidas sanitarias y los permisos correspondientes. Sabemos que eso es más demora, pero coincidimos”, explicaron.

A la primera llamada, contó Marcelo, respondió con una foto de alambique que acababa de armar. Ramiro y Mario retrucaron con la imagen de un pequeño alambique chino que el primero había adquirido por Internet, como una reacción incontrolable, en ese afán de querer hacer ya.

A todo esto, Conrad en la Docta había incursionado además en el mundo del gin y luego comenzó a dedicarse a la panificación… Dejó un poco al costado todo menos la masa madre y se puso a estudiar más sobre botánicos.

Los productos
Lo que define la calidad del gin es la calidad de los insumos con los que se elabora, como así también sus procesos de elaboración y destilación. Para eso, los tres socios incluyen productos importados, nacionales y de Córdoba, pero siempre tienen en cuenta la trazabilidad: “Todo lo que compramos, llevamos el registro de origen, especificaciones técnicas, tanto lo provisto por droguerías como lo importado, y siempre apuntamos a lo local, por eso encargamos hasta accesorios de diseño para la sala en la ciudad”.

Más allá de crear el clásico London dry, con ese perfil definido, ya han logrado otros dos productos, “para que Nórdico abarque además a los negados y se animen e ingresen al mundo del gin”, dice Ramiro. Así dieron vida a los que llaman botanical dry, un Bloddy Warrior (rojo) a base de arándanos (saldrá a la venta en algunas semanas), y otro denominado Magic Blue (en un tiempo).

El diseño es parte de lo más cercano a Marcelo, pero los demás, también aportan y llevan adelante un conjunto de ideas que se apoya en las producciones locales. Así desembocaron en Nórdico, aunque pasaron varios nombres y hasta lograron los diseños, que fueron dando de baja.

“Sabemos del producto que queremos desde el comienzo, un producto que podemos colocarlo como Premium, porque así se elabora. Sabemos que es difícil, pero es lo que proyectamos”, asegura Ramiro.
De tomas maneras, Mario aclaró que “se trata de un producto muy versátil”, porque así lo entienden, y “el que quiera tomarlo solo o con tónica, hasta el que quiera preparar un trago más complejo”.

“Son mil botellas que saldrán a la calle y la venta está prevista a través de vinotecas”, indicaron. Estará la posibilidad del growler, también, pero más adelante.

Sala y destilería
En la estructura construida en calle Rucci 143, arriba, la destilería aparece como un espacio sofisticado al nombrarse, pero es sencilla y preserva los cuidados necesarios. Abajo, “es una sala de degustación con el showroom, abierto a reuniones”. Este es otro de los puntos en los que los emprendedores buscan innovar: “Fuimos con una idea y la arquitecta fue proponiendo las modificaciones, mirando siempre el eje de montar la destilería y pensar en espacios separados, aunque con la idea de hacerlo visual. Este es un espacio que nos proponemos para difundir, una manera de educar a los tomadores de gin”, auguran.

Exponen que, “como en su momento Capacitar (la Escuela de Gastronomía) comenzó a hacernos conscientes y que aprendamos a conocer para valorar lo que comíamos, con este local y a través de nuestro producto, queremos brindar ese conocimiento para disfrutar más de los que tomamos”, dijo Mario. Añadió que “hay una movida” y “nosotros buscamos acompañar ese saber disfrutar de tomar gin”, deslizaron.

Los roles están definidos: Marcelo en la producción, aunque los tres ponen cada día libre del fin de semana en la destilería, más Ramiro en compras y abastecimiento, y Mario en la faz comercial.

Singularidades
“Hoy estamos en éxtasis, porque este proceso nos demandó más de un año de mucho trabajo, en un contexto nada fácil, donde emprender cuesta un montón”, repasaron.

Ramiro sostuvo que son de esas personas que siempre están “por dar un pasito más y no se conforman”. Valoró que “Marcelo es muy estudioso, un inconformista que siempre está en la búsqueda para llegar a un punto mejor y te da esa seguridad de que va a salir algo bueno”.

“Encontramos un producto que nos une”, afirmó Ramiro. Los demás asintieron, comentaron y hasta contaron que “de asado en asado” fueron haciendo probar el gin, a veces sin decirlo o haciendo que pasara entre otros de renombre o importados. “Más allá de que es nuestro, debemos marcar que estamos haciendo un producto de primera”, confió Mario. Y si bien hace a la manera de trabajar, de destilar, juegan con que “Nórdico es un producto de puro corazón” (se descarta la “cabeza” y la “cola” de la destilación).

“Vamos a hacer pie en Villa María, primero, pero estamos proyectando abrir el juego para alcanzar puntos de venta en la provincia y en el país”, confió Mario.

A la hora de abrir la botella y hacer probar, la sentencia parte de los tres: “Cuando el gin es rico, va hielo y tónica”.

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