Marcos Juárez: la primera batalla electoral

  Mientras el foco de la sociedad está puesto en la economía, luego de dos semanas consecutivas repletas de incertidumbres, la política cordobesa comienza a direccionar la mirada hacia Marcos Juárez, la primera gran batalla electoral de los próximos meses en la provincia. Es la primera elección de un largo ciclo que terminará allá por octubre o noviembre del año venidero. Tendrá lugar el domingo 11 de septiembre.

 Desde el punto de vista simbólico, Marcos Juárez representa mucho más que un simple comicio municipal. Su impacto posterior en elecciones provinciales o nacionales, en lo estrictamente numérico, puede resultar casi insignificante, pero no así desde el simbolismo. ¿Por qué? La ciudad marcó el “kilómetro cero” de Cambiemos a nivel nacional cuando en 2014 el actual intendente Pedro Dellarrosa ganó las elecciones en alianza con sectores macristas y radicales. Fue la primera experiencia exitosa del nuevo armado opositor, que un año después consagraría a Mauricio Macri presidente.

 Aquella contienda en las urnas esbozó los primeros trazos gruesos de un espacio político de centro-derecha que continúa vigente hasta nuestros días. Cambiemos mutó hacia Juntos por el Cambio tras el mal gobierno de Macri, aunque en verdad permanecieron los mismos actores políticos con la incorporación de algunos dirigentes peronistas como Miguel Pichetto, quien fuera compañero de fórmula del propio Macri en las elecciones de 2019. En aquel momento, la fórmula Alberto Fernández- Cristina Fernández se impuso por 9 puntos de diferencia en las generales. 

 Pero el escenario hoy es otro en Marcos Juárez, en Córdoba y en la Nación. Cada distrito tiene su particularidad. Y el resultado puede traer consecuencias ulteriores en los armados políticos por fuera de la jurisdicción marcojuarense. Se daba por descontado un triunfo de Juntos por el Cambio en la ciudad cabecera del departamento homónimo, sin embargo, un maremoto político sacudió las tranquilas aguas de la urbe. La candidata que mejor mide en las encuestas se fue del oficialismo y arregló con el PJ encabezar la boleta opositora. 

 Verónica Crescente, secretaria de Gobierno de Dellarrosa, pateó el tablero tras la definición del jefe comunal de designar como candidata a intendenta a la titular del Concejo Deliberante, Sara Majorel, que mide menos en los sondeos. Crescente pegó el portazo, regresó a su partido originario, la Unión Vecinal, y luego de múltiples negociaciones y encuestas en mano, el peronismo bajó su candidato (el director del Hospital, Eduardo Foresi) y confirmó a la exsecretaria de Dellarrosa como candidata.

 El PJ de Córdoba, que no tenía en su agenda de posibilidades un triunfo en Marcos Juárez, cuna de Cambiemos, ahora está muy cerca de dar el primer gran golpe del año electoral (que trasciende este 2022). Por su parte, para Juntos por el Cambio en Córdoba, que asegura estar en condiciones de ganar las elecciones provinciales, significaría un durísimo golpe en ese camino.

 Para el peronismo cordobés sería motivo de festejo interminable ganar en Marcos Juárez, y no solo acrecentaría sus posibilidades de reelegir en 2023, con Martín Llaryora casi seguro encabezando la fórmula, sino que desnudaría todas las internas en el conglomerado opositor. 

 Si bien se cargarán las tintas sobre la decisión del propio Dellarrosa, el mensaje de derrota ante la inminencia de una contienda trascendental en lo provincial no es buena publicidad para nadie. Si bien en 2015 no hubo triunfo opositor en Córdoba luego de la victoria en Marcos Juárez un año antes, los escenarios se configuran a partir de múltiples hechos que no solo se circunscriben a los últimos días de campaña como quieren hacer creer muchos analistas. Hay hechos más importantes que otros, es evidente, y una elección menor en la antesala de una mayor es un caso de estudio serio para lo que viene. Así se va a leer lo que pase en Marcos Juárez. 

 Para el oficialismo nacional, en tanto, no tener en las pantallas nacionales dirigentes de Juntos por el Cambio festejando en momentos de desaprobación general de la actual gestión, significaría un alivio temporario. El Frente de Todos espera una victoria de Lula en Brasil para reposicionarse de cara a las presidenciales. Y si de yapa se evita una victoria opositora, mejor. El PJ de Córdoba, enfrentado al PJ nacional, le dará sin querer queriendo una enorme mano al Presidente. Claro, antes Verónica Crescente deberá ganarle las elecciones a Sara Majorel. Las encuestas marcan momentos, fotos, aunque los votos se cuentan en las urnas, de a uno, y no en las planillas de los encuestadores. Lo que parecía imposible puede suceder. Pero todavía no sucedió y una elección histórica se acerca en Marcos Juárez por su posterior impacto provincial y nacional.

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