Así como la tecnología conquista desafíos de la ciencia, el plástico hizo lo suyo en la vida diaria del ser humano. Pero a diferencia de la primera, el polímero de origen fósil es una amenaza creciente, ya que representa el 85% de los residuos que contaminan los océanos; y para el 2040 prevé triplicar su volumen anual a 37 millones de toneladas. En esta coyuntura se vienen desarrollando de modo sostenido los Bioplásticos, una alternativa sustentable que aportaría a la ecuación cuya resultante sea erradicar el uso de recursos no renovables.
El bioplástico es un derivado de plantas o materiales biológicos con carácter biodegradable o reciclable; por lo tanto, no se origina a partir del petróleo (un recurso que se agota y no se renueva) y puede tener más de un uso. Es biodegradable porque debe descomponerse completamente en agua, dióxido de carbono y compost en un proceso de semanas o meses, sin dejar residuos tóxicos.
Químicamente posee una estructura similar a su homólogo de origen fósil, pero con base biológica denominado biopolímero, del cual se obtienen dos tipos: los ácidos polilácticos (PLA) y los polihidroxialcanoatos (PHA). El PLA se elabora a partir de azúcares del almidón de maíz o caña de azúcar y se emplea en envases de alimentos, botellas de plástico e industria textil. El PHA se obtiene del metabolismo de microorganismos que ingieren materia orgánica y se utiliza en prótesis médicas, hilos de sutura o moldeado por inyección de autopartes.
En contraposición, los plásticos derivados del petróleo varían en su composición, pueden liberar sustancias toxicas en su uso reiterado con otros productos y su clasificación se simboliza con un triángulo de flechas y un número que va del nivel 1 al 7, indicando que la posibilidad de ser reciclado disminuye a medida que aumenta el número: PET, HDPE, PVC, LDPE, PP, PS son los principales.
A partir de esto, ¿qué ventajas y desventajas tiene el plástico sustentable para que su implementación no sea absoluta al día de hoy? Principalmente apuntan a reducir la huella de carbono y evitar el consumo de plásticos de un solo uso. Además, emplean materia prima renovable, carecen de aditivos perjudiciales para la salud (como ftalatos o bisfenol A) y no alteran el sabor y aroma de los alimentos contenidos.
A contracara, los bioplásticos (principalmente el tipo PLA) requieren de cultivos alimentarios para su producción, lo cual implica restar tierra a la producción de alimentos y utilizar fertilizantes, ocasionando mayor estrés para los suelos. También requiere del cambio de hábito por parte del consumidor para darle el destino indicado al producto en un espacio de compostaje, en lugar del cesto de basura.
Ha pasado más de una década de investigaciones para desarrollar un mejor producto plástico, sustentable y funcional. Los trabajos actuales han obtenido bioplásticos a partir de residuos de la actividad agrícola, como el tallo y hojas de cultivos preexistentes o cáscara de cítricos, restos de alimentos y el aserrín residual de la actividad forestal.
De esta manera el interés científico de fortalecer el potencial de los bioplásticos ha permitido que no se atenúe su chance de ser una gran solución. Pero esto no erradica el problema subyacente de los plásticos que ya forman parte de la contaminación de las vías fluviales; y de los cuales sólo el 9% se recicla. Es en este punto donde entran en juegos otras aristas.
Uno de los aspectos es la eliminación gradual de los plásticos a base de petróleo. Es complejo, sí. Pero no imposible. La India, con una población de 1.400 millones de habitantes y tercer productor mundial de este residuo, implementó desde julio pasado un plan federal para la eliminación de toda la cadena productiva de 19 artículos de plástico. Ofreciendo alternativas más baratas se redujo en dos tercios el consumo de bolsas plásticas.
Por otro lado, es necesario hacer rentable el reciclaje de los plásticos ya existentes y generar nuevos hábitos de consumo en el marco de un sistema de economía circular, con beneficios y políticas intensivas que se trabajen a nivel local.
Ya se encuentra operativo el Programa Especial de Gestión para la Valorización de Materiales a través de la plataforma de inscripción.
Según lo infor...
En línea con su objetivo estratégico de compromiso con el medio ambiente, Bancor firmó un convenio con Epec para desarrollar tres granjas solares fotovoltaicas y anunci...
Bancor participó de la subasta anual de créditos de certificado de carbono desplazado en el marco de la 3° Cumbre Mundial de Economía Circular de Córdoba. De...
La Secretaría de Ambiente de la Provincia entregó fondos a propietarios de tierras con bosque nativo que ingresaron al Programa Pago por Servicios Ambientales, una iniciativa ...